Stefan Zweig: Adiós a Europa
Stefan Zweig: adiós a Europa
Los últimos años del escritor que mejor contó el ser europeo entre guerras, el más fino exponente de su generación, y uno de los más prolíficos y extraordinarios escritores de todos los tiempos
6 Butacas
Es tan enorme la figura y la vida del protagonista, tan rica en matices, en profundidades, en compromiso y en producción literaria, que la película no puede con el estigma de quedarse corta, muy corta.
De todas maneras hay una buena elección del momento, decidirse por retratar sus últimos años, sus viajes a América (empieza con la reunión del PEN Club en Buenos Aires en el 36) y el descubrimiento de Brasil (tierra de futuro es el título del libro en el que cuenta su perspectiva del País) como eje del relato.
Aunque todo queda chico.
La película es morosa, pierde el rumbo varias veces, y aunque quizá pueda estar influido al escribir esto con la colosal obra de Zweig, que disfruto y conozco, hay poco atractivo cinematográfico.
Hay si, muy rescatable, una excelente interpretación del actor que interpreta al escritor, y la recreación de época y de lenguaje.
Lo mismo que la comprobación de cómo trataban a los escritores en esos años, verdaderas estrellas, como hoy podrían ser los cantantes o los actores famosos.
La venida a Buenos Aires, sus tertulias, su primer exilio en Nueva York y su posterior y definitivo viaje a Petrópolis, en donde se suicidó junto con Lotte, su esposa por entonces, en medio de la desesperanza más absoluta y ante el convencimiento que ya nada se podía hacer contra el nazismo.
Hay que conocer mucho de su historia para poder apreciar el hilo de la película, y este no es un buen dato. Para los que no conocen al personaje, quizá les falte mucho para entender esos últimos pasos, para los que lo conocemos, es como poner en imágenes, bastante buenas y acertadas, lo que alguna vez imaginamos al leerlo.
Los últimos años del escritor que mejor contó el ser europeo entre guerras, el más fino exponente de su generación, y uno de los más prolíficos y extraordinarios escritores de todos los tiempos
6 Butacas
Es tan enorme la figura y la vida del protagonista, tan rica en matices, en profundidades, en compromiso y en producción literaria, que la película no puede con el estigma de quedarse corta, muy corta.
De todas maneras hay una buena elección del momento, decidirse por retratar sus últimos años, sus viajes a América (empieza con la reunión del PEN Club en Buenos Aires en el 36) y el descubrimiento de Brasil (tierra de futuro es el título del libro en el que cuenta su perspectiva del País) como eje del relato.
Aunque todo queda chico.
La película es morosa, pierde el rumbo varias veces, y aunque quizá pueda estar influido al escribir esto con la colosal obra de Zweig, que disfruto y conozco, hay poco atractivo cinematográfico.
Hay si, muy rescatable, una excelente interpretación del actor que interpreta al escritor, y la recreación de época y de lenguaje.
Lo mismo que la comprobación de cómo trataban a los escritores en esos años, verdaderas estrellas, como hoy podrían ser los cantantes o los actores famosos.
La venida a Buenos Aires, sus tertulias, su primer exilio en Nueva York y su posterior y definitivo viaje a Petrópolis, en donde se suicidó junto con Lotte, su esposa por entonces, en medio de la desesperanza más absoluta y ante el convencimiento que ya nada se podía hacer contra el nazismo.
Hay que conocer mucho de su historia para poder apreciar el hilo de la película, y este no es un buen dato. Para los que no conocen al personaje, quizá les falte mucho para entender esos últimos pasos, para los que lo conocemos, es como poner en imágenes, bastante buenas y acertadas, lo que alguna vez imaginamos al leerlo.
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