The white lotus T3
TWL es una máquina perfecta y aceitada, con una estructura que no cambia y un modelo narrativo que tampoco se altera: millonarios que llegan a un hotel de lujo, de los que son demasiado caros y exclusivos, arrastrando hasta allí sus miserias ocultas.
8 Butacas
Siempre es lo mismo, lugares alejados (Hawai, Sicilia, Thailandia) hoteles de la cadena White Lotus a los que se llega por algún medio exclusivo (pequeños barcos, pequeños aviones) porque son pocos los huéspedes que pueden pagar esa semana tan exclusiva.
Llegarán y vivirán una semana intensa, muy intensa, en la cual explotarán sus conflictos viejos, sus miserias, sus engaños, y sus traumas, a veces con los empleados del hotel, a veces entre ellos.
Y siempre habrá un muerto en situación violenta, y siempre habrá un mal entendido, un mal momento, uno bizarro, una historia que se traslada de la temporada anterior aunque sin protagonismo y un final en el que, el avión grande, el del aeropuerto grande más cercano, llena la bodega con un par de cuerpos para repatriar.
Los personajes de esta tercera temporada son una familia de 5 (todos los interpretes extraordinarios) tres amigas que salen solas a un viaje de recuerdos, una pareja extraña de un maduro y desprolijo personaje muy silencioso y complejo y su pareja más joven, la encargada del spa de Italia que va a hacer un entrenamiento a este nuevo, y los empleados del hotel.
Todas esas historias se irán degradando, complejizando y poniendo difíciles a medida que avanza la historia, 8 capítulos muy intensos y con una parsimonia (muy bien acompañada por una banda de sonido local exasperante) que nos ahoga por momentos.
Tiene esta temporada, como una especie de bonus track, una escena de antología, que es la que protagoniza Sam Rockwell en un bar de Bangkok.
Es un personaje secundario, que vive en la ciudad y que va a ayudar a uno de los personajes con un tema delicado, en ese hotel en el que se encuentran, Rockwell hará un monólogo de antología, relatando sus preferencias sexuales y sus cambios de hábitos en un frenesí controlado y brutal.
Así como nos vamos a acordar siempre de la escena "life is a carousell" de Mad Men o la de la cena de Navidad de The Bear, no tengo dudas que esta entra en ese panteón de las cosas inolvidables.
Todo está muy bien trabajado, el interés por las historias de los personajes, las tramas entre ellos, lo que les pasa adentro y lo que sucede afuera de ese hotel que, por la lejanía, también funciona como una especie de prisión de lujo.
No quiero hablar de las historias, porque hay una probabilidad alta de que cuente algo que les pueda cambiar la mirada sobre la historia.
Esta creación de Mike White (el showrunner) hace realidad una hazaña difícil, mantener la admiración masiva por tercera vez. Estrenada en 2021, había ganado previamente 15 premios Emmy y dos Globos de Oro.
No se puede ser indiferente una vez que empezamos a verla.
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