La pareja perfecta

Un policial envuelto en fino papel de regalo, con un papel que tiene que de alguna manera indicar que lo que hay adentro es de verdad caro y preciado, pero que a poco que vamos andando ese papel se va desinflando, dejando al descubierto un obsequio no tan importante.


3 Butacas



Un poco rebuscado el arranque, pero es algo que sentimos mirando esta producción importante de 6 capítulos que Netflix estrena en septiembre.

Hay una boda que se está por producir, una boda de gente rica, muy rica, como son los habitantes exclusivos de Nantucket en la costa este de Estados Unidos.

Ahí las casas son muy grandes, los parques dan al mar, y todo es relajado.

La serie no es nada benévola con esa vida, que en muchos casos está tan condicionada por las apariencias, que necesita todo el tiempo de un equipo de relaciones públicas y agentes de prensa al lado, para que nada de lo auténtico, sea lo que sea, arruine esas vidas perfectas.

Los dueños de ese caserón en el que se está por llevar a cabo esa boda son el personaje de Nicole Kidman (un espárrago elegante sin emociones) y el de Liev Schreiber, un actorazo que compone a un esposo devoto, infiel y vago, que está toda la serie bebiendo y fumando marihuana y seduciendo a quién se le cruce.

Está claro quién manda, la Kidman, que es escritora (por qué los americanos tienen ese metejón con que los personajes sean escritores?) y quién paga las cuentas

Tienen 3 hijos varones y es el del medio el que se va a casar. Nos dejan claro que ese matrimonio es querido por el hijo pero no por su mamá, la novia no es de la clase que ella hubiera preferido, no tiene el dinero necesario y tampoco la educación en la universidad adecuada.

Hay mucho de eso en esta serie, retrata muy bien esas vidas guiadas por los cánones de ese costado del País, en el que las relaciones no importan mucho, sino lo que trae cada uno a la mesa.

Es todo algarabía hasta que la mañana del casamiento, aparece un cuerpo en la arena.

Es el cadáver de la mejor amiga de la novia, que esa tarde sería la madrina de la boda.

A partir de ese descubrimiento la serie es una serie policial, con policía y detective investigando, poniendo al descubierto con sus preguntas y sus pesquisas lo peor de esa sociedad que vive de apariencias, y sobre todo, irán desentrañando una maraña de relaciones no dichas que serán lo único interesante de la serie.

Sería un "whodunit" perfecto si no fuera porque de alguna manera se resiste a entrar en ese juego, entonces nos distrae con historias paralelas sin mucho sentido que nos van alejando de lo importante.

Desaprovecha recursos de una manera increíble, como por ejemplo el de ir contando la historia a partir de los relatos de los testigos en la mesa de interrogatorios, ese recurso es muy interesante, nos permite ir armando un rompecabezas, aunque mal usado, es una distracción.

Hay personajes muy mal armados, como el de la amiga de la Kidman que compone Isabelle Adjani (desfigurada) que no tienen sentido ni razón de ser.

Están mu bien Schreiber y la eterna Dakota Fanning, que hace a una despiadada esposa de uno de los hermanos de la familia. Está hace tiempo ahí, ama la plata y no teme hacer lo que haga falta para pertenecer a ese mundo.

La serie distrae, el último capítulo es demasiado largo e intenta reconciliar personajes y situaciones en un loop algo insoportable y sobre todo, todo lo que descansa en las emociones de la protagonista es muy difícil de apreciar, ya que es más difícil adivinar qué es lo que le está pasando a su personaje debajo de sus cirugías.

Hay un dato positivo, que es el elenco. Es bueno, aunque por separado.

Puede uno pensar que hay algo de The white lotus y de Big litle lies, y está bien, los ambientes adinerados, alguna historia policial, pero no está tan bien construidas como esas.

Es como una de esas novelas que compramos en un aeropuerto, se venden mucho, es cierto, te ayudan a pasar el rato, es cierto, pero no esperes mucho más de ellas.


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