Civil war

¡Qué extrañas y a la vez qué verosímiles son estas imágenes de una guerra civil en los Estados Unidos! Si alguno se preguntó cómo sería tiene que ver esta película que lo plantea con una naturalidad que asombra (y asusta).

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Lo bueno de esta película es que no hay moraleja, hay malos que son malos por primera vez como nada menos que el mismísimo POTUS (Presidente de los Estados Unidos por su sigla en inglés) y todo está tan mezclado que sospechamos de todos en algún momento.

En ese escenario de ruido permanente de bombas y metrallas, caminan nuestros héroes circunstanciales, 4 reporteros gráficos que se proponen llegar hasta el epicentro de la noticia, hasta el salón oval para, cueste lo que cueste, hacer las imágenes y sacarle algunas palabras el presidente.

Entonces, nos vamos a ir al futuro (no tanto como para confundirnos) y ahí se contará una historia de valor y de ética periodística (tan en tela de juicio por estos días).

Y también es cierto que si bien ese es un tema bastante abordado (imposible no citar a "El año que vivimos en peligro") también es cierto que esta tiene una vuelta de rosca, una verosimilitud perturbadora.

Krisiten Dunst y Wagner Moura el brasileño camaleónico, son dos reporteros gráficos, ella es una especie de leyenda, y emprenderán un viaje muy complejo y sinuoso (las rutas están bombardeadas y todos desconfían de todos) para intentar llegar a DC. Lo que les sucede en ese camino, sus reflexiones, sus miedos que no los hacen parar, sus obsesiones y sobre todo, su estar permanentemente alejados de la realidad pensando solo en su deber o misión, son parte de esa manera de describir ese oficio que tiene y desarrolla el guión y el director.

La pareja protagónica envía material a Reuters y en el camino (arranca la película en Nueva York) se le sumarán otro veterano periodista que tiene poca movilidad y trabaja para "lo que queda del NYT" y una fotógrafa muy joven, que tiene a la Dunst como heroína.

Veremos entonces algo extraño, una guerra civil moderna, con despliegue territorial y de armamento, que la aleja de aquella de los tiempos de Lincoln, entre el Ejército de USA y una fuerza llamada algo así como Alianza occidental, integrada por los estados de California, Texas y Florida, que encarnan unos valores que no quedan claros en la película pero que quizá podemos imaginar.

No hay gente de a pié en la película, todos los que vemos son o periodistas o soldados de uno y otro bando, es decir, no hay inocentes.

Por lo demás, si presenta una realidad distópica? Parecería que no, que esos motores que podrían derivar en algo como lo que se describe, están esperando ser encendidos, y que las diferencias, sobre todo en lo cultural, son fuertes y al parecer, difíciles de conciliar.

Un ángulo novedoso para contar una historia que puede perturbar un poco.