A house of dynamite

No es si, es cuando.

Esta película pivota sobre esa idea, no es que en algún momento alguien puede lanzar un ataque nuclear, el tema es cuándo, y si sucede, cómo reaccionaremos.

8 Butacas

No solo nosotros claro, que seguro no nos vamos a enterar, pero los que tienen en sus manos la capacidad de cuidarnos y de atacar llegado el caso, qué harán.

Esta película trata sobre ese momento, y está construida de manera impecable sobre lo que ocurre en ese comité de crisis formado por los más altos representantes de la defensa de los Estados Unidos.

En una base remota, de esas en las que nunca pasa nada, se detecta un proyectil de largo alcance que está yendo a todo pique hacia el continente americano, al norte.

No es un ensayo, está pasando, y saltan de sus asientos a activar los protocolos que tantas veces ensayaron, que se conocen de memoria pero que esta vez, ellos y todos los involucrados, tendrán que ejecutarlos con la cercanía de la catástrofe cerca, muy cerca, a 18 minutos de que suceda.

Esta película producida por Amazon y dirigida por Kathryn Bigelow, que sabe mucho mucho de estas tensiones, es tranquila, pero a la vez vertiginosa y estremecedora.

Todos se entrenan para este momento, pero nadie cree que alguna vez vaya a ocurrir una tragedia así.

Hay un misil yendo directo a Chicago, y está por impactar en 18 minutos, entonces en esa mesa se tienen que tomar decisiones, en base a los manuales pero también a los datos que van surgiendo del análisis de los especialistas y de las comunicaciones que llegan.

Esas decisiones tienen que tomarse rápido, y van fluctuando entre un general cinco estrellas que quiere contraatacar a Rusia y a China ya mismo y el secretario de defensa que está comprobando que nada de lo que tiene a mano funciona como debería, ni los escudos anti misiles (gasté 50 mil millones en algo que no funciona) ni los manuales que trabajaron durante tanto tiempo.

El relato se divide en tres partes, el mismo lapso de tiempo y las mismas comunicaciones contadas desde esas tres ópticas, desde esos tres lugares físicos en los que todo pasa rápido y todo tiene que resolverse de alguna manera.

En el vértice de todo el Presidente de Estados Unidos, POTUS, que en este caso está interpretado por un gran Idris Elba, un político que es popular, cercano a la gente, que empatiza, pero que no es tan dedicado en estudiar estos modelos de decisión bajo presión, y se nota, porque las decisiones las tiene que tomar sin abravar en esos manuales, ni en las presiones de los que están sentados en esa mesa.

Es muy creíble lo que nos cuenta la película, demasiado, y también es creíble el estado de vulnerabilidad ante lo catastrófico, ante la locura, cuando alguien deja de ser un matón de redes sociales y toma la decisión incorrecta.

Estamos cerca? Podrá pasar algún día? Cómo reaccionaremos? Cómo se modificarán nuestras vidas? Todo muy creíble, y pasa en menos de 20 minutos.

Está muy bien