La mujer de la fila

Una madre viuda, joven, laburadora, ve una mañana como un comando policial irrumpe en su casa, de la nada, y se llevan detenido a su hijo mayor, un adolescente apenas, y a partir de ese momento toda su vida se pone patas para arriba.

4 Butacas

Es Natalia Oreiro, que hace este papel con todo su oficio y su delgadez demacrada, la madre en la ficción que trabaja sobre una historia basada en un hecho real y que funciona como una especie de alegato fuerte para demostrar el impacto brutal que tiene tener a algún familiar encarcelado.

Estamos siempre viendo series y películas sobre todo basados en la vida "adentro" del sistema carcelario, pero esta vez el foco está en lo que rodea a ese detenido, la familia, los hijos, padres, parejas, que tienen que someterse a un sistema que no contempla ningún tipo de acompañamiento a los que rodean a los presos.

La película hace foco en ese calvario.

Ella es una señora de clase media, trabaja en una inmobiliaria, tiene a su madre que la ayuda, son gente de clase media que no tiene vínculo con ese mundo marginal de las cárceles.

Entonces está convencida que llevaron a su hijo por error, y cree que con decir eso todo el sistema le creerá y se adaptará a sus pedidos, pero el sistema es brutal para los de a pie y no contempla ningún tipo de alivio para nadie.

No hay comunicación, no hay nada amable en el sistema.

Ella irá aprendiendo ese camino a los golpes. A los insultos y los destratos del resto de las visitantes y los guardiacárceles.

Allí también, además de aprender lo que puede hacer y lo que no de manera muy violenta, logrará entablar algunas relaciones inesperadas y sanadoras, sobre todo de otras mujeres en su misma situación, con presos de muchos años allí en el penal.

Hostilidad innecesaria, indiferencia, violencia, todo lo que rodea a tener a un familiar en la cárcel es horrible y desgastante y lo traduce muy bien la película y la interpretación de Oreiro.

Lo que sucede con la película es que no pasa otra cosa, es decir, se puede parecer mucho a un documental actuado, una especie de recreación y no un relato de ficción que nos de algunas pistar o respiros narrativos que nos hagan entender la totalidad de la situación.

Una llamada desde el penal, inesperada, de otro preso que tiene al mismo abogado que su hijo, generará también una relación inesperada (también basada en la historia real), relación amorosa y totalmente sorprendente.

Está bien, es muy elocuente aunque cansina y poco cinematográfica.