Wolfs

Son dos íconos, dos estrellas al viejo estilo de Hollywood. Penn y Clonney podrían bien ser Cary Grant y Gary Cooper o la pareja de ese calibre que elijan, y está bien, encarnan cada uno con su estilo, al viejo glamour de una industria que resiste todos los embates, el me too, la cancelación, los cambios en los formatos, la crisis de los guiones, absolutamente todo.


5 Butacas



Pero a pesar de lo que generan cuando están juntos en pantalla y solo les alcanza con una mirada o un gesto para producir un hecho cinematográfico, cuánto más interesante hubiera sido esta película si además hubieran tenido un guión algo más interesante, no digo mucho, algo más.

Todo es ironía y sarcasmo entre ellos, todo es complicidad, y eso funciona y está muy bien, pero es solo eso.

Trabajaron y compusieron de alguna manera pareja en otras películas (Ocean's eleven, Burn after reading de los Coen) pero esta vez son ellos los protagonistas absolutos de todo lo que pasa. Ellos con un coequiper molesto, a la manera de Joe Pesci en Arma mortal, uno que lo puede complicar todo en cualquier momento.

Son dos "cleaners" que no se conocen, fixers como el viejo papel de Harvey Keitel, esos personajes precisos, solitarios, que se las arreglan para hacer desaparecer de una escena en la que sucedió algo inconveniente, cualquier pista que vincule a ese desastre con el que contrata sus servicios.

En una habitación muy cara de un hotel nuevo y lujoso, una fiscal de distrito se lleva a un joven a su cuarto, pero algo sale mal y el joven sobreexitado se cae sobre una mesa de vidrio y aparentemente está muerto.

Así entra en acción Clooney, pero lo que no espera es que el hotel tenga bajo contrato a otro fixer, Pitt. No se conocen, aunque trabajan de la misma manera y para casi los mismos clientes, pero esa noche estarán juntos todo el tiempo.

Están más grande y lo hacen notar, ambos se quejarán de dolores varios, cosa que hasta hace poco no sucedía con sus personajes, y hasta compartirán un frasco de Advil al final.

Es entretenimiento, pero vacío, no hay nada más que esas escenas sueltas, pequeños instantes de esa química maravillosa que tienen estas dos estrellas de enorme personalidad en la pantalla, pero no hay nada más que nos haga sguir mirando.

La historia es tonta, vacía, previsible, y poco divertida.

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