Envidiosa T2

Sin la sorpresa y la frescura de la primera temporada, y con el peso de mantener alta la vara, esa segunda temporada tiene un eje argumental que está bien para la historia pero que no puede mantener la montaña rusa del arranque.





5 Butacas




Vamos todo el tiempo al consultorio de la psicóloga de Victoria, es decir, ese es el centro de gravedad de esta segunda temporada. Todo lo que suceda será analizado ahí, a veces de a pedacitos muy chicos de historia.

Y si bien ahí se anclan los temas, les dan sentido, al estar todo el tiempo es un recurso que no ayuda a disfrutar el resto de los enredos que si disfrutamos en la primera.

Victoria, el personaje de Griselda Siciliani, que sigue estando bien aunque necesite un giro en lo que le pasa, se va acercando al objetivo de su vida, que es casarse con un príncipe azul, en una época en la que los príncipes no son ni azules ni hay casamiento como mandato.

Siegue siendo muy bueno el aporte de su grupo de amigas, que en esta temporada tienen algo más de desarrollo, y sobre todo el de su hermana, el personaje que compone (siempre bien) Pilar Gamboa, aunque se desaprovecha bastante en esta temporada.

Ella y su marido componen una pareja de lo más interesante como para seguir en sus intervenciones.

En esta temporada hay también una tensión que se irá resolviendo (a la manera que estos personajes pueden resolver, a medias) entre la pareja central de la trama, Victoria y Matías (Esteban Lamothe, que es más creíble cuando se ríe que cuando se pone serio) van a ir y venir en toda la extensión de esta temporada, es el único tema casi de la trama, con momentos de amor, desamor, desconfianza y paciencia.

La serie sigue teniendo los gags físicos que la destacaron en la primera entrega y algunos giros en el guión, a manera de gags dialécticos, que hacen al personaje creíble y querible, pero también pone al personaje central en una situación no tan buena para las mujeres, el afán del cuento de hadas habilita cualquier cosa? 

Es algo polémico, pero es comedia, y hay que tomarla así porque así se disfruta.

En definitiva, menos sorpresa, más diván, y el desarrollo de algunos personajes secundarios que están bien (quizá Marina Bellati y Pilar Gamboa destaquen sobre el resto) con los recursos que ya mostraron en el debut. 

Le faltó un giro en la historia, algo que no la haga tan lineal y nos despiste, un vértigo.




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