Flight risk

Le perdonamos todo a los que nos hicieron felices, no importa lo que hagan, pero también reconocemos que a veces no es tan fácil.

3 Butacas

Mel Gibson dirige esta película que dura 90 minutos (menos mal) y que por momentos parece un episodio de algún dibujo animado de Looney Tunes llevado a 3D y a veces una de Liam Neeson salvando al mundo.

La mayor parte del tiempo estamos en una avioneta precaria, alli una alguacil tiene que llevar en un vuelo corto pero difícil, nada menos que entre montanas en Alaska, a un arrepentido, un contador flacucho y hablador que va a testificar en contra de un capo mafia de esos que solo aparecen en los guiones de películas, todo poderoso y malvado hasta los huesos.

Será un viaje de 40 minutos y lo bueno que tiene la película y a la vez lo malo o lo desafiante, es que será lo úrico que veremos por un buen rato, tres personajes en ese fuselaje.

EL piloto, que es el que falta, es Mark Whalberg, pero olviden al que conocen, este será un canchero del sur que habla todo el tiempo y que, enseguida nos damos cuenta que no es el piloto verdadero y que esta puesto ahí para que ese viaje no termine bien, para hacerlo aterrizar en algún lado y matarlos a ambos.

Pero para darle un giro a todo, Whalberg será pelado (si, pelado) y muy loco, a punto de no tomarlo en serio.

Por supuesto que todo se va a complicar, y hasta el mismísimo MW que es el protagonista sin dudas de la película, pasara buena parte de la misma durmiendo en la parte de otras del avión noqueado por las peleas.

Todo raro, la alguacil que nunca vio una cabina será conducida por una voz (medio india) melosa y con chistes medio antiguos para que logre llegar a puerto sana y salva y mientras tanto descifrar quien en su departamento es doble agente que los mando a esa aventura que sabían como iba a terminar.

En fin, hay un tono de comedia negra, una locura propia del Gibson de Arma Mortal, pero son otros tiempos.