Bombshell
Bombshell
Una historia verdadera que sale a la luz sin estridencias, reflexiva y bien contada, que tuvo como protagonista al mandamás de la cadena Fox hace unos años atrás.
8 Butacas
Son tiempos de contar. Contar lo que pasó y era práctica habitual de algunos poderosos, que presionaban con el poder de sus decisiones para obtener a cambio favores sexuales.
Como ya llegará la película sobre el desagradable y otrora todopoderoso Harvey Weinstein (dueño con su hermano de una de las productoras más exitosas de los últimos años en Hollywood) Bombshell nos cuenta una historia similar pero en las entrañas de una de las organizaciones de noticias más poderosas de los Estados Unidos. Nada menos que la influyente y muy republicana Fox News.
Allí, no hace tanto tiempo atrás, reinaba un capo de la vieja escuela, Roger Ailes, capaz de discernir con su olfato lo que funciona y lo que no, y también capaz de hacer brillar a cualquiera y hacer desaparecer a cualquiera con solo proponérselo.
Un mito de la industria de la televisión.
Uno de esos tiburones que conocen como nadie el oficio, pero que van haciendo en su carrera, a fuerza de sus logros, que toda la estructura se adapte a su forma de ser, de sus caprichos, de sus horarios y sus humores.
Como un jefe caprichoso, para conformarlo, la organización lo va dejando a operar a su voluntad, con sus manías, sus costumbres y excentricidades, no lo mira mientras traiga resultados.
La película cuenta el escándalo que sacudió al mundo de las noticias cuando una muy conocida conductora, es despedida de la cadena y decide contar la verdad.
Fue separada porque no accedía a los caprichos viciosos del mandamás.
Así de simple.
Su historia, es la de la que se anima, aún sabiendo que puede perderlo todo.
Ese es el personaje de Nicole Kidman.
También está el personaje de Charlize Therón (irreconocible en términos de maquillaje) que compone a otra de las conductoras, aún más exitosa, pero que está tan concentrada en su trabajo, en su carrera, que lo único que parece interesarle es que la dejen trabajar con libertad, sin censuras, en medio de la derechización de la cadena. Que la dejen conservar su espacio de libertad.
Y por último el personaje de Margot Robbie (cómo está trabajando...) una ambiciosa joven que se va haciendo camino en esa jungla a fuerza de talento y belleza y algo de ingenuidad.
Las tres son alguna vez atacadas por el hombre que todo lo puede.
Las tres son a su manera vejadas.
Las tres hicieron silencio durante mucho tiempo.
Y a partir del valor de una de ellas, las tres serán vitales para contar esa historia tan enraizada y tan oculta durante tantos años.
Es muy interesante la actuación de John Lithgow, veterano de tantas batallas, que se pone en la piel del villano con una caracterización memorable, y la aparición corta pero muy efectiva en pantalla de un mítico Malcolm McDowell haciendo nada menos que de Rupert Murdoch.
Es muy buena la película, se recorre muy rápido y bien.
Esta dirigida por el mismo director de Trumbo, que es una joya, y aporta una mirada sin bajada de línea sobre un tema central en estos días, el poder de los hombres y el sometimiento para crecer.
Una historia verdadera que sale a la luz sin estridencias, reflexiva y bien contada, que tuvo como protagonista al mandamás de la cadena Fox hace unos años atrás.
Son tiempos de contar. Contar lo que pasó y era práctica habitual de algunos poderosos, que presionaban con el poder de sus decisiones para obtener a cambio favores sexuales.
Como ya llegará la película sobre el desagradable y otrora todopoderoso Harvey Weinstein (dueño con su hermano de una de las productoras más exitosas de los últimos años en Hollywood) Bombshell nos cuenta una historia similar pero en las entrañas de una de las organizaciones de noticias más poderosas de los Estados Unidos. Nada menos que la influyente y muy republicana Fox News.
Allí, no hace tanto tiempo atrás, reinaba un capo de la vieja escuela, Roger Ailes, capaz de discernir con su olfato lo que funciona y lo que no, y también capaz de hacer brillar a cualquiera y hacer desaparecer a cualquiera con solo proponérselo.
Un mito de la industria de la televisión.
Uno de esos tiburones que conocen como nadie el oficio, pero que van haciendo en su carrera, a fuerza de sus logros, que toda la estructura se adapte a su forma de ser, de sus caprichos, de sus horarios y sus humores.
Como un jefe caprichoso, para conformarlo, la organización lo va dejando a operar a su voluntad, con sus manías, sus costumbres y excentricidades, no lo mira mientras traiga resultados.
La película cuenta el escándalo que sacudió al mundo de las noticias cuando una muy conocida conductora, es despedida de la cadena y decide contar la verdad.
Fue separada porque no accedía a los caprichos viciosos del mandamás.
Así de simple.
Su historia, es la de la que se anima, aún sabiendo que puede perderlo todo.
Ese es el personaje de Nicole Kidman.
También está el personaje de Charlize Therón (irreconocible en términos de maquillaje) que compone a otra de las conductoras, aún más exitosa, pero que está tan concentrada en su trabajo, en su carrera, que lo único que parece interesarle es que la dejen trabajar con libertad, sin censuras, en medio de la derechización de la cadena. Que la dejen conservar su espacio de libertad.
Y por último el personaje de Margot Robbie (cómo está trabajando...) una ambiciosa joven que se va haciendo camino en esa jungla a fuerza de talento y belleza y algo de ingenuidad.
Las tres son alguna vez atacadas por el hombre que todo lo puede.
Las tres son a su manera vejadas.
Las tres hicieron silencio durante mucho tiempo.
Y a partir del valor de una de ellas, las tres serán vitales para contar esa historia tan enraizada y tan oculta durante tantos años.
Es muy interesante la actuación de John Lithgow, veterano de tantas batallas, que se pone en la piel del villano con una caracterización memorable, y la aparición corta pero muy efectiva en pantalla de un mítico Malcolm McDowell haciendo nada menos que de Rupert Murdoch.
Es muy buena la película, se recorre muy rápido y bien.
Esta dirigida por el mismo director de Trumbo, que es una joya, y aporta una mirada sin bajada de línea sobre un tema central en estos días, el poder de los hombres y el sometimiento para crecer.
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