Night always comes
Vanessa Kirby en su momento de más trabajo, responde bien en la comedia y en el drama, en este caso, con una historia que agita el pecho, de esas en las que el reloj tiene un rol fundamental, pero también esas historias que se desarrollan al costado de las autopistas, tras los muros que impiden la contaminación sonora.
6 Butacas
Vanessa Kirby interpreta a Lynette, quien comparte una pequeña casa al costado del camino en Portland con su madre Doreen (una irreconocible Jennifer Jason Leigh) y su único hermano, Kenny, un treintañero que tiene síndrome de Down y no puede vivir solo.
La casa en la que viven los tres es medio precaria, pero alquilan, tienen mal crédito, y necesitan darle una solución a ese tema que las preocupa. La radio de fondo todo el tiempo va marcando lo difícil de la situación de vivienda para muchos caídos del sistema, los salarios que no alcanzan por la inflación, y temas que van ayudándonos a entender la situación de Lynette.
Pero la casa se vende, y ve una chance de pagar a plazo para lo cual debe poner un monto inicial de 25 mil dólares y después arreglarse con los pagos de la hipoteca, para lo cual ya tiene armado un esquema de trabajo para poder hacerlo.
Pero esos 25 grandes iniciales los tiene que poner su madre, que decide gastarlos en un Mazda último modelo "para hacer algo por mí, para variar", lo que desespera a Lynette y la obliga a la nada fácil tarea de conseguir ese dinero en 24 horas.
Trabaja a tiempo parcial en una panadería, donde parece irle bien, y como camarera en un bar, donde la retan por llegar siempre tarde. También está cursando economía en la universidad, y ejerce el trabajo sexual como actividad extracurricular. Tiene una energía y una resistencia increíbles, pero está tan sobrecargada que lo hace todo de forma caótica, a veces mal, y se pasa el día ansiosa, condición que parece prevalecer entre los norteamericanos de sus clase en estos días.
“Night Always Comes” combina elementos de los clásicos thrillers policiales y las llamadas “películas de mujeres” en las que una heroína (a menudo interpretada por Joan Crawford, Bette Davis o Barbara Stanwyck) usa su ingenio y carisma, y a veces su cuerpo, para lograr un objetivo o escapar de una mala situación.
Kirby parece un poco de clase media-alta en algunas de las primeras escenas, pero enseguida se hace evidente que es una máscara que se pone cuando vive en entornos "civilizados". Es excelente en todos los detalles del papel, incluyendo las escenas en las que Lynette reprime una y otra vez su ira hasta que ya no puede contenerla y explota en protesta o furia.
La trama va a ir transitando entre el reloj que corre y las cosas que tiene que hacer, algunas muy al límite, para conseguir el dinero que necesita.
Pero también en esa noche fatídica, vamos a ver un aprendizaje en su personaje, de hecho el final de la película nos afirma esta idea, que ella en ese proceso cambió definitivamente de piel y de objativos.
Es muy interesante esta película y muy interesante el trabajo de esta actriz.
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