God's Pocket
God´s Pocket
Penúltima película protagonizada por Philip Seymour Hoffman,
primer largometraje dirigido por John Slattery (Roger Sterling de Mad Men)
God’s Pocket es sencillamente obligatoria.
No sol porque es la oportunidad de volver a ver en la
pantalla a uno de los mejores actores de su generación, sino porque es una
historia tan bien construida, tan jodidamente bien hilvanada y tan cercana
aunque tan diferente, que conmueve.
La pobreza de ese barrio marginal, esa villa en medio de la
ciudad de Philadelphia que se llama God’s Pocket, en donde se puede ser
cualquier cosa pero la gente no perdona que no seas nacido ahí, bellamente
retratada como marco para contar una historia brutal.
La del matrimonio que conforman PSH y Christina Hendricks
(la pelirroja de Mad Men) y su vida pobre, ella con su belleza pálida y triste,
él con su camión de venta de carne, y un episodio, la muerte del desequilibrado
hijo de ella en un “accidente” en una obra en construcción y el desmoronamiento
de es vida entre un cadáver que no se puede enterrar, una esposa a la que no se
puede satisfacer y una deuda que no se
puede pagar.
Ese trío infernal será el nudo narrativo de esta película
independiente que lastima y conmueve.
Lastima por sus idas y vueltas despiadadas, por el retrato de
una realidad que conocemos mucho por los noticieros, el increíble espejo de ese
barrio con nuestra villas domésticas, las violencias diarias en la calle, las
traiciones, la marginalidad que hasta por momentos de tan brutal se vuelve
hilarante.
Esas ropas viejas, gastadas, el calor insoportable combatido
por viejos acondicionadores ochentosos, las flores en los acolchados, la
humedad y los baños pequeños con cosas que gotean, la dificultad para lograr lo
más básico y la injusticia ante una muerte que todo el mundo pasa por alto
menos una madre que reclama y grita.
Todo nos suena tan familiar que no podemos dejar de
conmovernos y sentirnos reflejados.
La música también está presente con una banda de sonido
perfecta.
Y actuaciones a la altura de este relato de perdedores, de
marginales, de tipos y tipas de clase baja que solo tienen un orgullo: ser
nacidos y criados en God’s Pocket.
Entre tanto buen pasaje, la maravillosa actuación de Philip
Seymour Hoffman y su obesidad desbordante, su respiración dificultosa, sus
caras de resignación y humillación, las máscaras de un hombre siempre a punto
de explotar.
Todo vale esos momentos de clase actoral, hace que valga la
pena.
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