Spectre

Spectre



O lo última de Bond, James Bond. O la saga continúa o más y más millones que salen de la pantalla.
Es rara esta última etapa del legendario agente 00. Porque tiene que apuntalar, según este humilde y consuetudinario mirador de películas, al peor de los actores que lo interpretaron!
Daniel Craig es inexpresivo, petiso, demasiado pálido, habla poco, dice menos, y ni sus muecas ayudan.
Entonces se recurre al resto, como los cantantes que son perros aullando en vivo y suenan bárbaro en los discos.
Acá hay de todo.
Pero sobre todo hay mucha plata. Mucha industria. Mucho merchandising, marcas y turismo.
Pero también hay actores y un director capaz.
Entonces, digamos, se soporta y se deja ver.
Y también agrego, es el Bond de estos años que nos tocan. Tiene que ser distinto que el de Connery en los 60 y el de Moore en los 80. 
No se los puede comparar, sencillamente porque el mundo es distinto, los gustos de todos nosotros cambiaron, la tecnología y los autos.
Pero lo que no cambió son la ironía, los fabulosos lugares comunes que tiene la franquicia, y el lío en el mundo.
Spectre se apoya en un gran director, Sam Mendes ya hizo Belleza Americana, El camino de la Perdición y Skyfall de la serie. Ya se sabe que sabe hacer este tipo de grandes películas con grandes presupuestos.
El guión está muy bien esta vez, la historia se puede llevar sin la necesidad de rebusques de la trama y es hasta verosímil el hecho de que las centrales de inteligencia de los principales países de la tierra estén pensando en colaborar contra enemigos comunes.
El resto, lo que ya sabemos que va a suceder, no defrauda. Sucede!! 
Bond dirá lo suyo (Bond…James Bond) sobrevivirá varias veces a la muerte segura, en una de esas zafadas se acostará con la más linda sin que lo veamos (por supuesto, está bien que guarden esos secretos) habrá armas sofisticadas, gadgets hechos por Q, bellezas, buena banda de sonido y malos muy malos.
Es decir, la película desde ese punto de vista es fiel, fiel a lo que esperamos ver.
También estarán las ciudades y sus paisajes y la ironía británica. El estoicismo ante la catástrofe, que hace que lo veamos apenas sacudirse el polvo después de demoler una manzana entera de un barrio Mexicano.
Salvo Craig, todo está bien.
Y todo está bien para rodear a Craig.
Entre el elenco, hay un puñado de actores británicos que son siempre garantía, Ralph Fiennes, que es M ahora, Ben Whishaw, ascendente actor que vimos en El Perfume con D Hoffman y es el protagonista de la muy buena serie de la BBC The Hour, que ya revisamos en este blog. También está Andrew Scott, otro buen actor que vimos componer al quizá mejor Moriarty de la historia de Sherlock Holmes en la pantalla en la excelente serie también de la BBC.
Y las bellezas, Mónica Belucci que desborda la pantalla y la belleza extraña de Lea Soydoux, que reventó Europa con la vida de Adele y ya vimos en una d ella saga de Misión Imposible.
Y el malo, que siempre tiene que ser la contrafigura potente, es en Spectre, muy potente, actualmente mucho más sólido que Craig, es nada menos que Christoph Waltz.
En fin.
No se van a defraudar porque está todo ahí.
Hay también una hermosa persecución por las calles de Roma entre una máquina inglesa y una italiana. Que vale la pena.
Todo encaja en lo que esperamos.
Larga vida a la familia Broccoli, dueños ufanos de una franquicia cincuentenaria.
Algo extraño en este mundo de cosas efímeras.

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