Bajo Sospecha

Bajo Sospecha

Un Fuenteovejuna al revés, un rompecabezas de pueblo chico, para desentrañar una extraña muerte y sus consecuencias


7 Butacas



Cienfuegos es un pueblo de Asturias, apacible, montañoso, rodeado de un saludable bosque que a la noche se vuelve oscurísimo, y gentes sencillas que se conocen entre sí.

Por eso todo se pone patas para arriba cuando desaparece Alicia, una nena de 9 años en el mismísimo día de su comunión.

Alicia es una de las ñietas de Germán Vega, el patriarca dueño del Restaurante Vega que trabaja con sus tres hijos en el emprendimiento familiar.

Los dos hermanos varones y una mujer, sus cuñados y cuñadas, los novios y los amigos, serán el mundo de los niños de la familia, Alicia, Nuria y Pablo.

Todo se altera ese día en el que Alicia desaparece misteriosamente.

La llegada al pueblo de un comisario experimentado (Luis Homar) y la decisión de la policía de infiltrar a una pareja en los roles de una maestra de grado y su marido desempleado, serán los condimentos para que esa alteración, vaya derramando en una investigación compleja, entretenida por los acontecimientos, y bien contada.

A la manera de las similares series de la cantera estadounidense, esta producción española no solo no ahorra en recursos (de los económicos y de los artísticos) sino que por el ritmo, las actuaciones y el entorno, se convierten en un entretenimiento de gran factura.

Podemos de alguna manera prescindir de la nacionalidad de los protagonistas, ya que si bien es cierto que hay una localía en los relatos, la historia es abordada desde una perspectiva de pueblo chico, y eso es común a todos.

La investigación irá descubriendo una cadena de complicidades, de cosas no dichas, de historias del pasado, de mentiras sostenidas en el tiempo en el seno de la familia, lo que hará que se vaya complejizando cada vez más, hasta llegar a un final sorprendente.

Al estilo de la versión americana de The Killing, en la que en cada capítulo nos centrábamos en alguno de los personajes que no solo tenía razones, sino que podía bien haber sido el culpable, en Bajo Sospecha nos ponemos todo el tiempo en esos zapatos, lo que nos va generando una habitualidad a prestar atención a determinados detalles y a ir elaborando nosotros mismos un cuadro posible.

Actuaciones correctas, nada sobresaliente, sin golpes bajos, y con aire permanente de sospecha en todos los niveles, es un buen entretenimiento, ágil, atractivo y bien resuelto.

La televisión española es de una calidad evidiable, y ha encontrado, como los escandinavos, un buen filón en la producción de estos relatos.

Es para destacar que, en un elenco numeroso, los tres niños que tienen un protagonismo central, tengan un nivel de interpretación a la altura de la serie.

Es buena

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