Small town crime
Small town crime
Un western clásico ambientado en nuestros días, con la dosis justa de acción, melancolía y personajes que buscan eternamente algo que quizá nunca llegue.
Un ex policía (buena interpretación de John Hawkes, echado a patadas de la fuerza por borracho, lo que puso en peligro la vida de sus compañeros, solo vive del seguro de desempleo y la caridad de su media hermana (Octavia Spenser, que también produce) lo que gastar apena llega a sus manos, en packs de cerveza y bebidas de todo tipo que se mete sin pausa en el cuerpo.
Quiere volver, lo intenta de todos modos, pero es difícil que le vuelvan a hacer lugar.
Casi sin chances, a la vuelta de cobrar su seguro y al volante de un Chevy Nova ruidoso, encuentra el cadáver de una chica al costado de la ruta.
Como sucede a veces con los borrachos, ese golpe del destino lo hace sobreponerse a la resaca y cargar el cuerpo en el auto para llevarlo al hospital.
Su costado de policía aflora y comienza a investigar por su cuenta lo que sucedió.
Todo un tema, que es controlado de cerca por los investigadores de verdad, que al principio lo quieren apartar por todas las maneras posibles de siquiera estar cerca del caso, hasta que empiezan a comprobar que como es el único motivo por el que se levanta todas las mañanas, sus avances son mejores que los de la policía.
Se inventa una tarjeta de investigador privado, y se las arregla para meterse de lleno en el caso, de la mano de la familia de la víctima.
Empieza así una persecución hasta llegar a los culpables de esa muerte, que lo hará descubrir una red de traficantes de jóvenes, marginales de todo tipo, que al toparse con gente poderosa, terminan por miedo, eliminando a las chicas con las que estuvieron por temor a que hablen.
En esa persecución, en los personajes que se va cruzando en esa búsqueda, está lo mejor de la película.
Contada al estilo de los westerns clásicos, habrá emboscadas nocturnas, bares de mala muerte, pandilleros y muchos tiros y emboscadas.
Siempre con un dejo de ironía, que deja pensando hasta dónde es un relato que se toma en serio.
Los actores no son tan conocidos, sus nombres, si sus rostros que hemos visto mil veces en roles secundarios.
Buenas imágenes, buena música, solo una hora y media clavadas, un buen entretenimiento en definitiva, que es lo que buscamos cuando vamos a ver una película.
Un western clásico ambientado en nuestros días, con la dosis justa de acción, melancolía y personajes que buscan eternamente algo que quizá nunca llegue.
6 Butacas
Un ex policía (buena interpretación de John Hawkes, echado a patadas de la fuerza por borracho, lo que puso en peligro la vida de sus compañeros, solo vive del seguro de desempleo y la caridad de su media hermana (Octavia Spenser, que también produce) lo que gastar apena llega a sus manos, en packs de cerveza y bebidas de todo tipo que se mete sin pausa en el cuerpo.
Quiere volver, lo intenta de todos modos, pero es difícil que le vuelvan a hacer lugar.
Casi sin chances, a la vuelta de cobrar su seguro y al volante de un Chevy Nova ruidoso, encuentra el cadáver de una chica al costado de la ruta.
Como sucede a veces con los borrachos, ese golpe del destino lo hace sobreponerse a la resaca y cargar el cuerpo en el auto para llevarlo al hospital.
Su costado de policía aflora y comienza a investigar por su cuenta lo que sucedió.
Todo un tema, que es controlado de cerca por los investigadores de verdad, que al principio lo quieren apartar por todas las maneras posibles de siquiera estar cerca del caso, hasta que empiezan a comprobar que como es el único motivo por el que se levanta todas las mañanas, sus avances son mejores que los de la policía.
Se inventa una tarjeta de investigador privado, y se las arregla para meterse de lleno en el caso, de la mano de la familia de la víctima.
Empieza así una persecución hasta llegar a los culpables de esa muerte, que lo hará descubrir una red de traficantes de jóvenes, marginales de todo tipo, que al toparse con gente poderosa, terminan por miedo, eliminando a las chicas con las que estuvieron por temor a que hablen.
En esa persecución, en los personajes que se va cruzando en esa búsqueda, está lo mejor de la película.
Contada al estilo de los westerns clásicos, habrá emboscadas nocturnas, bares de mala muerte, pandilleros y muchos tiros y emboscadas.
Siempre con un dejo de ironía, que deja pensando hasta dónde es un relato que se toma en serio.
Los actores no son tan conocidos, sus nombres, si sus rostros que hemos visto mil veces en roles secundarios.
Buenas imágenes, buena música, solo una hora y media clavadas, un buen entretenimiento en definitiva, que es lo que buscamos cuando vamos a ver una película.
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