The guilty

The guilty

La previa era más que interesante, revivir Locke (con Tom Hardy) con la atmósfera, el ritmo y la negrura escandinava. Pero se queda a mitad de todos los caminos


3 Butacas



Es que ya sabía que la película estaba contada de un tirón, filmada en un solo decorado y con participación mínima de actores secundarios.

Cuando se transita es camino, todo está en esa actuación central, en el libro y en menor medida en algunos trucos como la música y los planos cortos.

Hay mucho de intento de uso del manual en esta película Danesa.

Un clima tenso, una noche larga, un turno interminable del conflictuado operador de central de 911.

Cerca del final llega esa llamada que capta su atención. 

Una mujer que llora, que lo atrapa con su debilidad.

Todo lo sabemos a partir de su cara, de su impotencia por no poder estar ahí para ayudarla, de sus gotas de sudor, de su violencia por no poder (la misma que, nos iremos enterando, lo conminó a esa tarea de policía vago y lo sacó de la calle por un tiempo).

Para lograr que nos quedemos en la butaca, que no extrañemos a los otros, a la luz del día, a los paisajes, necesitamos que esa tensión esté contada de maravilla, que vayamos construyendo la historia a partir de gestos mínimos, de inflexiones de la voz, de matices.

Y eso es lo que no logra la historia.

Nunca.

Entonces todo lo que parecía ser de una manera termina siendo de otra, y esa magia de un guión bien hilvanado, no se manifiesta en la dinámica ni en la técnica del relato.

Una pena.


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