Unforgotten
Unforgotten
La calidad de la producción inglesa al servicio de un interesante modelo de investigación que, a partir de hallazgos casuales, revive viejos casos de asesinatos, con foco en la vida destrozada de los que quedaron sin sus seres queridos.
8 Butacas
Lo único que no es del todo bueno en esta buena serie (tres temporadas) es que en la primera temporada (que es la que nos sorprende) vemos el mecanismo narrativo, y ese será el que se repetirá en las dos temporadas siguientes, quitando el factor sorpresa de la ecuación.
De todos modos el resultado es muy bueno.
Una detective de una unidad muy especial de la policía británica, la convincente Nicola Walker (a quien al menos en esta página descubrimos en el co protagónico de River) es quién lleva adelante investigaciones nada convencionales ni fáciles, cuando es llamada ante un descubrimiento de restos humanos, en los lugares más insólitos y de manera siempre casual.
Una construcción, un trabajo de dragado en la segunda temporada y una excavación cerca de la autopista en la tercera, serán los escenarios primeros, en los que aparecerán restos humanos, escondidos en esos puntos para que nadie lo note, pero que son descubiertos, 40, 30 o 20 años después de haber sido dejados allí.
A partir de ese hallazgo, primero el esfuerzo por identificar a la víctima, y luego por componer a partir de indicios, las circunstancias de lugar y relaciones, para poder investigar qué pasó.
En ese mecanismo, que se desarrolla a lo largo de 6 episodio por temporada, radica la belleza de esta serie.
Porque en cada caso habrá que ir descubriendo el universo de relaciones de las víctimas, personas que sabían de las muertes, o de circunstancias que rodearon a esas muertes, y que con el paso de los años fueron deshaciéndose de esos recuerdos, rearmando sus vidas al rededor de otras historias, enterrando ese pasado.
Pasado que tendrán que reconstruirse a partir de la tenacidad y la inteligencia de la detective, de su ayudante indio y de un equipo entrenadísmo de 8 detectives especialmente entrenados.
Esa dinámica, de ir descubriendo las historias de las personas que interactuaban con las víctima, está muy bien como recurso narrativo.
Lo mismo que la manera de ir armando el rompecabezas que tienen los detectives, que nos van dejando pistas de su razonamiento, para que compartamos nosotros también, los sentimientos hacia los sospechosos.
El dato distintivo, y muy interesante, es cómo impacta en la moral y en los sentimientos de la protagonista, la angustia de los familiares que perdieron a sus seres queridos. Ella tendrá con ellos una relación de empatía y de proximidad, que hace que se emocione con cada nuevo hallazgo, como si esa muerte o desaparición hubiera sucedido recién.
Es un gran recurso este.
También habrá, como es de manual, detalles de las vidas privadas de los protagonistas, cómo viven, cómo es su mundo privado, de manera de hacer más evidente el impacto de los casos en sus vidas.
En definitiva, una gran propuesta para los amantes de las series con investigaciones.
A la altura de la producción inglesa.
La calidad de la producción inglesa al servicio de un interesante modelo de investigación que, a partir de hallazgos casuales, revive viejos casos de asesinatos, con foco en la vida destrozada de los que quedaron sin sus seres queridos.
8 Butacas
Lo único que no es del todo bueno en esta buena serie (tres temporadas) es que en la primera temporada (que es la que nos sorprende) vemos el mecanismo narrativo, y ese será el que se repetirá en las dos temporadas siguientes, quitando el factor sorpresa de la ecuación.
De todos modos el resultado es muy bueno.
Una detective de una unidad muy especial de la policía británica, la convincente Nicola Walker (a quien al menos en esta página descubrimos en el co protagónico de River) es quién lleva adelante investigaciones nada convencionales ni fáciles, cuando es llamada ante un descubrimiento de restos humanos, en los lugares más insólitos y de manera siempre casual.
Una construcción, un trabajo de dragado en la segunda temporada y una excavación cerca de la autopista en la tercera, serán los escenarios primeros, en los que aparecerán restos humanos, escondidos en esos puntos para que nadie lo note, pero que son descubiertos, 40, 30 o 20 años después de haber sido dejados allí.
A partir de ese hallazgo, primero el esfuerzo por identificar a la víctima, y luego por componer a partir de indicios, las circunstancias de lugar y relaciones, para poder investigar qué pasó.
En ese mecanismo, que se desarrolla a lo largo de 6 episodio por temporada, radica la belleza de esta serie.
Porque en cada caso habrá que ir descubriendo el universo de relaciones de las víctimas, personas que sabían de las muertes, o de circunstancias que rodearon a esas muertes, y que con el paso de los años fueron deshaciéndose de esos recuerdos, rearmando sus vidas al rededor de otras historias, enterrando ese pasado.
Pasado que tendrán que reconstruirse a partir de la tenacidad y la inteligencia de la detective, de su ayudante indio y de un equipo entrenadísmo de 8 detectives especialmente entrenados.
Esa dinámica, de ir descubriendo las historias de las personas que interactuaban con las víctima, está muy bien como recurso narrativo.
Lo mismo que la manera de ir armando el rompecabezas que tienen los detectives, que nos van dejando pistas de su razonamiento, para que compartamos nosotros también, los sentimientos hacia los sospechosos.
El dato distintivo, y muy interesante, es cómo impacta en la moral y en los sentimientos de la protagonista, la angustia de los familiares que perdieron a sus seres queridos. Ella tendrá con ellos una relación de empatía y de proximidad, que hace que se emocione con cada nuevo hallazgo, como si esa muerte o desaparición hubiera sucedido recién.
Es un gran recurso este.
También habrá, como es de manual, detalles de las vidas privadas de los protagonistas, cómo viven, cómo es su mundo privado, de manera de hacer más evidente el impacto de los casos en sus vidas.
En definitiva, una gran propuesta para los amantes de las series con investigaciones.
A la altura de la producción inglesa.
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