Line of duty
Line of duty (temporada 5)
Cada temporada más intensa, más sutil y más compleja. Los intrincados laberintos de las políticas anticorrupción de la policía, las traiciones, los agentes encubiertos y el trabajo de una unidad con la moral bien alta.
7 Butacas
Ya nos hemos ocupado de esta buena serie inglesa en este blog, y siempre bien.
Es que más allá de la factura, por lo general atractiva e impecable desde el punto de vista de la producción, la historia que se va desarrollando en estas 5 temporadas, tiene atractivo y tensión narrativa por donde se la mire.
A división AC12, que investiga casos de corrupción en la policía, ya ha desentrañado 4 casos bien complejos (en cada una de sus temporadas anteriores) y esta vez, le toca al turno a los encubiertos y a nada menos que al jefe de la unidad, el sólido Superintendente Hastings.
La temporada se presenta intensa desde el principio, ya que, los detectives Arnott y Flemming se las tendrán que ver con una compleja trama que incluye el descubrimiento de una operación encubierta, para la cual no tendrán acceso a datos, pero que amenaza con comprometer a altos rangos de la policía.
Esa historia se va desarrollando a la manera clásica, con la participación especial de un actor muy interesante, al que conocemos por alguna de las películas de Gay Ritchie, me refiero a Stephen Graham, que acá compone a un agente encubierto convencido de que sus jefes están implicados en las actividades ilegales, por lo cual se va convirtiendo a medida que pasan los minutos, en una especie de lobo solitario.
Pero lo mejor de esta temporada, es que mientras nos vamos metiendo en esa historia, empiezan a aparecer indicios de que el mismísimo Superintendente Hastings podría ser el jefe de esa organización delictiva.
Es así que se nos irán plantando pistas, pequeñas historias paralelas (como lo que tiene que ver con la separación de Hastings y sus problema financieros) que nos van haciendo creíble todo lo que pueda suceder.
Como pasó en los episodios anteriores, tendremos que esperar hasta el capítulo 6 (el último) para que todo e esclarezca.
Esta temporada está a la altura de las 5 anteriores, y deja la puerta abierta para una nueva entrega, ya que de los jefes de esa banda enquistada en lo más alto de la policía, todavía hay uno que no pudo ser descubierto.
Es un gran entretenimiento, de gran factura, y de historia bien hilvanada.
Comenzó en 2012 y todo indica que va a seguir
Cada temporada más intensa, más sutil y más compleja. Los intrincados laberintos de las políticas anticorrupción de la policía, las traiciones, los agentes encubiertos y el trabajo de una unidad con la moral bien alta.
7 Butacas
Ya nos hemos ocupado de esta buena serie inglesa en este blog, y siempre bien.
Es que más allá de la factura, por lo general atractiva e impecable desde el punto de vista de la producción, la historia que se va desarrollando en estas 5 temporadas, tiene atractivo y tensión narrativa por donde se la mire.
A división AC12, que investiga casos de corrupción en la policía, ya ha desentrañado 4 casos bien complejos (en cada una de sus temporadas anteriores) y esta vez, le toca al turno a los encubiertos y a nada menos que al jefe de la unidad, el sólido Superintendente Hastings.
La temporada se presenta intensa desde el principio, ya que, los detectives Arnott y Flemming se las tendrán que ver con una compleja trama que incluye el descubrimiento de una operación encubierta, para la cual no tendrán acceso a datos, pero que amenaza con comprometer a altos rangos de la policía.
Esa historia se va desarrollando a la manera clásica, con la participación especial de un actor muy interesante, al que conocemos por alguna de las películas de Gay Ritchie, me refiero a Stephen Graham, que acá compone a un agente encubierto convencido de que sus jefes están implicados en las actividades ilegales, por lo cual se va convirtiendo a medida que pasan los minutos, en una especie de lobo solitario.
Pero lo mejor de esta temporada, es que mientras nos vamos metiendo en esa historia, empiezan a aparecer indicios de que el mismísimo Superintendente Hastings podría ser el jefe de esa organización delictiva.
Es así que se nos irán plantando pistas, pequeñas historias paralelas (como lo que tiene que ver con la separación de Hastings y sus problema financieros) que nos van haciendo creíble todo lo que pueda suceder.
Como pasó en los episodios anteriores, tendremos que esperar hasta el capítulo 6 (el último) para que todo e esclarezca.
Esta temporada está a la altura de las 5 anteriores, y deja la puerta abierta para una nueva entrega, ya que de los jefes de esa banda enquistada en lo más alto de la policía, todavía hay uno que no pudo ser descubierto.
Es un gran entretenimiento, de gran factura, y de historia bien hilvanada.
Comenzó en 2012 y todo indica que va a seguir
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