The Witch

The Witch (una leyenda de Nueva Inglaterra)

Expectativa desmedida para un filme apenas modesto




4 Butacas


Preferí ver esta película sin la excitación de la crítica cuando la estrenaron hace unos meses en la cartelera porteña. Por varias razones, pero fundamentalmente porque se hablaba de nuevo terror, de una nueva manera de asustar sin recurrir a los efectos clásicos, sin golpes visuales ni sonidos estridentes. 

Un terror sugestivo. Psicológico, moral.

No pude percibir nada de eso.

The Witch dice basarse en leyendas históricas, y desde ese punto de vista creo que si hay que reconocer un trabajo cuidadoso y esmerado. Porque la historia del creyente inmigrante agricultor que se establece como colono en la zona de Nueva Inglaterra allá por los comienzos del 1600 parece verosímil.

Los temas que hablan, el lenguaje, la reproducción de época, la soledad, las inmensidades de una tierra yerma que tardará años en ser fértil, las leyendas propias de la ignorancia, la religiosidad extrema. Todo eso está muy bien contado, lo que no hay es historia. 

Y mucho menos hay una nueva manera de hacer terror.

No encontré nada de eso en el relato. Ni un solo segundo de ponerme al borde de la silla, ni una mínima gana de levantarme de la silla.

Una voz, la del padre colono (un fanático religioso que es expulsado de una comunidad rural por ese fanatismo y tiene que irse a vivir solo con su familia al límite de un bosque enorme y misterioso) es el único elemento interesante en el devenir de la historia. Por su profundidad y su potencia.

Pero no mucho más que eso.

La fotografía es una buena aliada de la historia, en tonos exasperantemente grises, pero no así la música, que son sus disonancias hace más ruido que armonía conductiva.

En definitiva, nada de lo que se adivinaba o lo que yo al menos esperaba a partir de el buen despliegue publicitario que vino antes y durante la exhibición.

Nada pero nada.

Dan ganas de volver a ver las de Peter Cushing o Christopher Lee de "El mundo del espectáculo"

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