Tricky Dick and the Man in Black
Tricky Dick and the Man in Black
No solo es la voz del country más profundo, la de los oprimidos, los trabajadores y los presos, además fue un increíble personaje público con valentía política.
7 Butacas
Este documental que muestra Netflix algo escondido en su plataforma, se atalona en un encuentro, un recital en la Casa Blanca del gran tramposo que fue Richard Nixon, y el cantante que nada se callaba, Johnny Cash.
Nixon supuso que invitarlo a su casa, con su gente, para que Cash aporte toda su popularidad y sus seguidores para llegar a un electorado de clase trabajadora, le traería beneficios inmediatos (ya sabemos que Dick no dejaba ningún cabo suelto), pero Cash fue, y dijo cosas.
Nada salió como lo habían planeado, ni cantó las canciones que el presidente pidió especialmente, ni se quedó callado con los temas que lo preocupaban, como la creciente ola de violencia en las calles por las protestas anti VIetnam y las posturas públicas del gobierno, que por un lado decía que iniciaba el camino para poner fin a la guerra y por otro lado mandaba a bombardear Camboya de manera secreta.
Conocemos un poco más de la vida de este cantante tan personal, de voz melodiosa, que tan profundo llegaba a lo que podríamos llamar el pueblo americano.
Era una nación dividida, por la guerra y los derechos civiles, y esa división no soportaba artimañas publicitarias, por eso el intento de Nixon no salió bien. Cash pudo decir sus cosas en frente a un auditorio poderoso, y esa voz retumbó por semanas.
Nixon apelaba siempre a la "mayoria silenciosa" y esa mayoría escuchaba a Cash. Pero no siempre quería oír solo lo que Nixon decía, y empezaba a desconfiar de él.
Nixon le pide dos canciones, una de ellas criticaba a los beneficiarios de planes sociales (cualquier semejanza con la realidad...) que manejaban autos llamativos (Fancy Cadillac) y en lugar de eso, Cash interpretó una canción sobre los derechos de los pueblos originarios.
Tiro por la culata que le decimos hoy.
Incómodo en la butaca, nada salió como se planeó esa noche.
No solo es la voz del country más profundo, la de los oprimidos, los trabajadores y los presos, además fue un increíble personaje público con valentía política.
7 Butacas
Este documental que muestra Netflix algo escondido en su plataforma, se atalona en un encuentro, un recital en la Casa Blanca del gran tramposo que fue Richard Nixon, y el cantante que nada se callaba, Johnny Cash.
Nixon supuso que invitarlo a su casa, con su gente, para que Cash aporte toda su popularidad y sus seguidores para llegar a un electorado de clase trabajadora, le traería beneficios inmediatos (ya sabemos que Dick no dejaba ningún cabo suelto), pero Cash fue, y dijo cosas.
Nada salió como lo habían planeado, ni cantó las canciones que el presidente pidió especialmente, ni se quedó callado con los temas que lo preocupaban, como la creciente ola de violencia en las calles por las protestas anti VIetnam y las posturas públicas del gobierno, que por un lado decía que iniciaba el camino para poner fin a la guerra y por otro lado mandaba a bombardear Camboya de manera secreta.
Conocemos un poco más de la vida de este cantante tan personal, de voz melodiosa, que tan profundo llegaba a lo que podríamos llamar el pueblo americano.
Era una nación dividida, por la guerra y los derechos civiles, y esa división no soportaba artimañas publicitarias, por eso el intento de Nixon no salió bien. Cash pudo decir sus cosas en frente a un auditorio poderoso, y esa voz retumbó por semanas.
Nixon apelaba siempre a la "mayoria silenciosa" y esa mayoría escuchaba a Cash. Pero no siempre quería oír solo lo que Nixon decía, y empezaba a desconfiar de él.
Nixon le pide dos canciones, una de ellas criticaba a los beneficiarios de planes sociales (cualquier semejanza con la realidad...) que manejaban autos llamativos (Fancy Cadillac) y en lugar de eso, Cash interpretó una canción sobre los derechos de los pueblos originarios.
Tiro por la culata que le decimos hoy.
Incómodo en la butaca, nada salió como se planeó esa noche.
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