The Undoing

The undoing

Hubiera sido un gran film de dos horas de duración, pero había demasiado en la mesa de HBO para solo hacer esa historia.


5 Butacas



Porque hay producción, hay mucho dinero, hay un elenco con un trío poderoso en la punta (Kidman, Grant y Sutherland), porque están los creadores de esa belleza extraña que fue Big Little Lies, y porque hay un guión en clave "whodoneit" y hay una historia de gente rica, privilegiada, que siempre es atractivo mirar desde la ventana.

Un matrimonio compuesto por Kidman y Grant, ella una psicóloga prestigiosa y el un pediatra especializado en oncología, conforman con su hijo adolescente una familia de esas que todo el mundo quiere espiar. 

Adinerados, cultos, cosmopolitas, todo lo opulento y distinguido que se puede ser en el upper east Side de Manhattan.

Una madre de ese colegio prestigioso y exclusivo (otra vez las tramas de esos colegios, como fue en Big Little lies pero en la otra costa) que parece no encajar en el perfil, artista, deshinibida, provocadora, con muchísimos menos recursos y con una beca generosa, aparece en la trama para poner todo patas para arriba.

Y morir de manera brutal en ese primer capítulo (que sin dudas es el mejor).

A partir de ese hecho traumático se desencadenarán todos los males posibles, las sospechas del entorno, una vida oculta que sale a la luz (la de Grant que no era lo que parecía) poniendo de relieve que no todo era tan brillante, y un cadena de acontecimientos complejos y brutales que van encerrando a los protagonistas en una pesadilla.

Deberías haberlo sabido, se llama el libro sobre el que se basa esta miniserie. Y es verdad, para que todo siga diciendo perfecto, hay que hacer un gran esfuerzo para que nada se note, inconscientemente, pero así parece funcionar.

Por eso, en la medida que los hechos se van confirmando y el personaje de Grant pasa de ser un ángel que cura niños enfermos a un demonio difícil de clasificar, todo alrededor del personaje de Kidman se desmorona de manera brutal y sin respiro.

Su padre, el enorme Donald Sutherland, intentará con mucho dinero que todo siga un curso más o menos normal, que no expulsen a su nieto del colegio, que una abogada del mejor estudio de NY intente salvar a su yerno asqueen él ya lo condenó y lo detesta, y que la pesquisa de los medios y de la policía (Eduard Ramírez hace un inspector que parecería ser el único que entiende cómo funciona eso de no querer escándalos para los ricos) no derrumbe a su hija y a su nieto.

Si vieron Big little lies y sobre todo The night of, están en la sintonía para ver esta miniserie.

Lo malo, Kidman es una gran intérprete pero se hace muy difícil verla y entender qué le está pasando a su personaje. Sus cirugías le han quitado frescura, expresión, y debe hacer un gran esfuerzo para que entendamos que está sufriendo o está feliz. Sus expresiones están atrapadas debajo del botox.

Hugh Grant ofrece en cambio un papel fuera de su registro, de una maldad infinita y un cinismo asombrosos. Está maduro, está antipático y muy bien, muy alejado de su estereotipo.

Y la duración, un capítulo largo hubiera alcanzando.

Lo bueno, siempre está bien ver una trama en la que cada tanto nos dejan una pista nueva para procesar, en la que siempre parecería que lo que entendemos como que ha sucedido se desafía, pero no alcanza.

Larga y más prometedora que cumplidora.

Comentarios

Entradas populares