Isabel

Isabel

La vimos en los dibujos cuando Cristóbal Colón les contaba de su sueño, supimos de su expansión católica y su conquista definitiva del sur de España con la derrota a los moros, pero hacía falta saber quién era Isabel, la católica.


8 Butacas



Sus católicas majestades, como los llamaron a ella y a Fernando, que con su matrimonio y largo reinado unieron dos de los poderosos reinos de la península ibérica, Castilla y Aragón, convirtiéndose juntos en la más poderosa maquinaria evangelizadora de la que se tenga registro.

Esta serie de la Radio y Televisión Española tiene unos años, y por lo tanto hay que esperar un dato que no es tan bueno, y es la duración de los capítulos y las temporadas. En estos días, los formatos cambiaron y lo que hace 5 o 6 años atrás nos atraía, ahora es un problema, y eso los españoles lo aprendieron muy bien. Por eso hay que hacer una advertencia, los capítulos de Isabel son 13 por temporada, que son 3, y duran más de una hora quince cada uno.

Hecha la advertencia, que desalentará a más de uno, si uno se decide a entrarle, será muy difícil abandonarla, porque a un trabajo de enorme rigor histórico, esta super producción se encarga de mostrarnos con gran despliegue, cómo fue la adolescencia de esta infanta hija de reyes, y cómo llega al poder (de una manera bien compleja) para convertirse después de su matrimonia acordado con el príncipe de Aragón, en una de las soberanas más poderosas de Europa, por cierto, la más determinante desde el punto de vista de la fe católica.

La serie tiene un recorrido muy interesante, en la primera temporada veremos cómo llega al poder de Castilla y cómo lo consolida, con qué aliados, con qué dificultades (la principal es que la heredera al trono era la hija de su hermano, el rey Enrique) que al sospecharse que era hija no legítima es desplazada de la línea sucesoria por Isabel y un golpe de estado muy jugado), para luego entrar en una segunda temporada que tiene como ejes la conquista de Granada y la aparición de Cristóbal Colón en la historia, y con esos dos datos la fenomenal expansión de la fe católica por la zona en la que los moros estuvieron 7 siglos, y la posibilidad de llevar el catecismo al nuevo mundo, y la tercera temporada marcada por su deterioro, su ejercicio del poder, sus hijos y sus desdichas y su muerte.

Toda la historia tiene un nivel de detalle, de apego a los datos, a los tratados, a la recreación de época y costumbres, y de asesoramiento histórico, que la hacen sencillamente atrapante y deslumbrante.

La cantidad de extras, vestuario, maquillaje, el trabajo de los decorados (muchos de ellos escenarios naturales, castillos, poblados) y de la iluminación y diálogos es deslumbrante.

Una serie épica y compleja, con matices de gran actualidad para hacerla atractiva.

Y esa actualidad, increíblemente, está marcada por la intriga y la mecánica política. 

Todo, absolutamente todo, responde a una lógica política y de poder.

La tensión entre consejeros, el rol de la iglesia católica, el Papa y los nobles, como factores de poder verdadero y por otro lado el pueblo que acompaña en calidad de súbditos a esos reyes todopoderosos, están contados en una clave muy interesante, que asemeja a esta serie a la exitosa House of cards o Borgen, ya la que clave política, y sobre todo, el impacto que tienen esas decisiones y ese proceso en las vidas de los protagonistas, está desarrollado con una mecánica implacable.

La descripción de ese matrimonio, que funcionaba como una sociedad de poder absoluto, en la cual Fernando aportaba la estrategia y sobre todo el conocimiento militar, y ella su fe inquebrantable, su tesón y su testadurez y mando, son una combinación muy bien resuelta.

Obvio que hay momentos de romanticismo, de cuento de príncipes, porque también se cuenta una historia de amor, es decir, con algo de novela de aventuras, pero está desarrollado en la medida justa, y hace más llevadera la historia, que de no contar con estos detalles sería muy dura.

La frialdad y el cálculo con el que decidieron el casamiento de sus 5 hijos, el revés que el destino les puso delante en cada uno de esos intentos, en los que se anteponen el cálculo político y de poder antes que las vidas y las decisiones personales, las traiciones, las lealtades, la obsesión con la evangelización y la conversión a cualquier precio de los infieles en la "fe verdadera", son claves en el desarrollo de la historia.

Un reparto equilibrado, muy buenos diálogos, y un apego a la historia (es muy interesante ver los acontecimientos acompañado de algún libro que vaya contando esa historia, para poder cotejar con lo escrito) redondean un producto de enorme calidad y muy importante para calibrar la idea que cada uno de nosotros tenemos de lo que significa la monarquía (difícil para nosotros desde un País que no tiene ese régimen) y sobre todo, una clase de alta política, algo despiadada.

También es interesante para comprender qué estuvo detrás de la llegada a América de los Españoles, qué buscaron, qué encontraron y cómo un plan que podría haber sido virtuoso no lo fue tanto.

En definitiva, larga, pero visualmente atractiva, con un diseño de arte de gran valor y apegada a la historia. Si tienen tiempo y paciencia, es para verla y recomendarla.

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