Lupin / segunda temporada

Lupin / Segunda temporada

Corrige algunos temas de la primera con buena mano, se nota que los ajustes tuvieron que ver con el feedback del público, pero sigue con algunas cuestiones que no mejoran. El actor principal es un imán.


6 Butacas



Un imán enorme, Omar Sy, quién encarna a ese personaje riquísimo que es amante del personaje de Arsene Lupin. Pero no hay mucho más.

Esta temporada tiene algo bueno, es una sola historia, toma elementos de la primera, y se enfoca (cosa que corrige la dispersión de la primera temporada) en una sola historia, la enemistad histórica entre el personaje central y su némesis, culpable del sufrimiento de su padre, el señor Pellegrini.

Otro dato interesante es que los trucos, los golpes de efecto, están muy bien armados, y los capítulos tienen una dinámica interesante, son cortos, son muy efectivos, y arrancan con alguna acción, que en el desarrollo del ese mismo capítulo, es explicada con algún flashback esclarecedor, en el que vemos el genio del protagonista en todo su esplendor.

Adquiere un protagonismo muy atinado su amigo de la infancia, el anticuario con el que en la primera temporada se insinúa una amistad a toda prueba, pero que definitivamente explota en esta, y pasan a segundo plano cuestiones que en la primera temporada distrajeron del foco central.

Así y todo, con mejora en la estructura de los capítulos y buenos recursos narrativos, sigue sin parecerse al personaje que pretende homenajear, los disfraces no son tales (es muy difícil disfrazar de manera convincente a un actor como Sy, de casi 2 metros de altura, negro y con rasgos marcadísimos) y esa capacidad de disfrazarse, de perderse en la piel de otros, tienen un papel relevante en la historia.

Si se logra mucho mejor en esta temporada la buena dinámica para urdir los planes y las estrategias (esta vez mucho más complejas e inteligentes que en la primera temporada) que de alguna manera sostienen y hacen atractivo seguir mirando.

También está París, nada menos, como escenario y está aprovechada al máximo, con paseos, persecuciones, hasta una buena escena filmada en sus catacumbas, los túneles que son las entrañas de la Ciudad, que elevan la calidad visual de la propuesta.

En definitiva, es un éxito, ya está la tercera temporada en producción, le va muy bien en muchos mercados, es una buena apuesta de Netflix, como fue hace unos años Casa de Papel, y funciona en varios niveles.

Aunque con falencias, sobre todo para los que conocemos el personaje, ya que nos cuesta digerir que no sea "el personaje" sino que recurra al artilugio de presentarlo como un tipo que de tanto leer de niño esas novelas, intenta ser como el protagonista de sus aventuras, y eso es una trampa, con falencias decía, es una serie que entretiene.

Podrían no haberla anclado en Arsene Lupin, y sería algo más parecido a Ladrón sin destino, y hubiera funcionado bien.

Corrige entonces, sigue con algunas falencias nada menores, pero le va muy bien, y es lo que importa

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