The many saints of Newark

The many saints of Newark

David Chase es el creador de una de las series que empezó todo, un santo grial de la nueva narrativa, Los Soprano. Con el protagonista James Gandolfini, fallecido hace unos años, este intento de recrear a manera de precuela a los inicios de esos personajes que tanto disfrutamos, choca con algunas otras intenciones que no terminan de cuajar en una buena película.

5 Butacas

Hay muchas intenciones en esta precuela, una es contarnos cómo son los orígenes de esos personajes que tanto extrañamos, Tony Soprano, su madre Livia, su tío Junior, su sobrino Christopher, y Paulie y todos los que lo rodearon como capo y le llevan unos años, todos esos años alrededor de la familia, su padre y su tío.

Pero también, son finales de los 60 y comienzos de los 70, es la historia de una familia italiana marginal y dedicada a los negocios marginales.

Si a esto le incorporamos una pátina de temas raciales, Newark fue un epicentro de demandas y de manifestaciones, se nos ocurre que son demasiados temas para una sola película.

El protagonista de esta historia introductoria de la serie es Dickie Moltisanti, el tío de Tony, que se revela como un despiadado asesino en el seno mismo de su familia, sus reacciones violentísimas contra su padre (un extraordinario Ray Liotta) y la mujer italiana que su padre se trajo de su viaje y de la que se enamora, nos ayudan a entender un poco de la patología que también arrastró a Tony de mayor a terminar con la vida de algunos seres queridos.

El punto más alto, por nostalgia, por lo que significó la muerte prematura de un actor potente y muy especial, es que el rol del joven Tony es interpretado por Michael Gandolfini, el hijo de James en la vida real, un actor muy joven muy expresivo, con una mirada increíble y una mezcla de inocencia y asombro ante la vida que se asoma compleja, extraordinarias. Es lo mejor de la película.

Después, los personajes que se van delineando, en sus juventudes, que serán los protagonistas de la serie, se van mostrando en escenas que dejan adivinar los rasgos centrales de sus personalidades, pero se quedan a mitad de camino de casi todo, sirve como introducción de esas cualidades, pero no mucho más. No hay una hilación narrativa y dramática que nos permita meternos en esas pieles de antemano. Tampoco sabemos si esos rasgos son los que veremos después, con lo cual todo se pone más complejo de relacionar.

En definitiva, es una sucesión de momentos, hilvanados por los personajes de Dickie Moltisanti y su sobrino Tony, que van mostrando esos aspectos de sus personalidades, que los van a ir delineando como los personajes que serán en la serie, tan premiada, tan potente, tan buena.

Esta película no está a la altura, no nos dice mucho de ellos porque intenta decirnos mucho de todos.