Belfast

Belfast

Tengo que confesar que recién terminé de redondear la idea sobre esta película cuando llegué al final y vi que era una película de autor, y que ese autor es nada menos que Kenneth Branagh. En un impecable blanco y negro, es un viaje al corazón del conflicto irlandés, mirado con ojos de niño.

6 Butacas

La película plantea entonces el conflicto religioso, político, que divide todavía a Irlanda, focalizada en los finales años 60 en las calles de Irlanda del Norte, y cómo esas jornadas de tensión y de extrema violencia son vividas a través de los ojos de un chico de 9 años.

Una mirada única, lúdica, inocente, que mezcla esa sensación de desamparo, de no temer a nada a temerle a todo, con el despertar al amor y sobre todo a descubrir la humanidad de sus padres y abuelos, cuando dejan de ser héroes para ser hombres y mujeres.

Tal es la complejidad de la historia que cuenta Branagh, que se apoya en una interpretación increíble del chico Jude Hill y una pareja de padres y abuelos también muy sólidas desde lo interpretativo (más los abuelos).

Su vida entonces, quedará marcada por el desconcierto de ver a su barrio en medio del conflicto, que deja entonces de ser un lugar seguro para transformarse en otra cosa, en un escenario de un conflicto que por supuesto no entiende, pero que ya sabe que va a golpear en el corazón de su familia, y por lo que le pasa a sus amigos, parecería que va a modificarlo todo.

La relación entre sus padres, un papá (Jamie Dornan) que trabaja en Londres, que se involucra poco en la contienda, pero que defiende su protestantismo aunque sin pasar a la acción y una mamá que vive sola gran parte del tiempo, que se hace cargo de la casa y los hijos y de los padres de su esposo, y que no quiere por ninguna circunstancia alejarse y alejar a su familia de ese barrio, que es todo su mundo, a pesar de que todo alrededor se ponga más y más complicado.

Es un trabajo muy personal del director, ya que refleja su propia infancia en Belfast, y las bases que moldearon al enorme artista que es hoy.

Kenneth es un gran actor, por eso no llama la atención que el reparto tenga un balance especial y de gran calidad. Están todos bien, y algunos muy bien. La madre del Buddy (Caitriona Balfe) está compuesta por una actriz bellísima y muy sofisticada, que logra un equilibrio de vulnerabilidad y fiereza en la defensa de sus convicciones muy llamativo.

Y los abuelos, dos enormes Judi Dench y Ciaran Hinds, que logran con su presencia y una paleta de matices rústicos y de gran ternura, componer a dos abuelos entrañables.

Quedarse o irse? Empezar de nuevo cuando una situación se convierte en una amenaza, dejar a los tuyos, dejar tus veredas, esas en las que conociste todo, desde la aventura de robar caramelos hasta el amor, todo se pone en juego en esas jornadas que a los ojos de un chico pasan de ser una aventura a ser una sensación de real peligro.

Por lo cinematográfico, la película es simple, no plantea cosas rebuscadas, respeta que la mirada es una mirad inocente, que no se contaminó todavía, y lo hace entonces contando acontecimientos que encajan sin esfuerzo.

La fotografía en blanco y negro es impecable, solo vulnerada con excelente escenas en colores, que son las que ven los protagonistas, logrando una muy buena alternativa visual (por ejemplo cuando van al cine, nosotros vemos al cine y a los protagonistas en blanco y negro, pero cuando la escena es la que ellos están viendo, la pantalla y la película, es en color) y tiene una música que acompaña y ayuda en los climas.

Es una buena película, quizá corta, porque no intenta explicar nada, sino que transcurre, como un episodio en las vidas de una familia que tienen que tomar una decisión importante, y nos lo cuenta el recuerdo del más joven de ellos.