Imperdonable
Imperdonable
Había interés por ver a Sandra Bullock en un rol a la altura de su madurez, no hay dudas que puede hacerlo, pero hubiera sido muy bueno tener un libro más interesante.
3 Butacas
Porque hay un tema que subyace en la película, no puede salirse de la obviedad de algunas situaciones, de algunos diálogos, que parecerían ser parodia de una película dramática.
Y hay un segundo tema subyacente, esa moralina de buena parte de la producción de películas policiales de la cantera norteamericana, que refuerza esa idea de "miren lo que les va a pasar si comenten un delito".
Pero lo concreto que es la historia es bastante difícil de creer, y eso que de tan obvia duelen los ojos.
La Bullock encarna (poco creíble, siempre demasiado seria) a una mujer que sale de la cárcel después de cumplir condena de 20 años presa por haber asesinado a un policía.
Vuelve entonces a la casa en la que sucedieron los hechos, que ahora habita un matrimonio que componen Viola Davis y Vincent D'onofrio.
Bueno, bien, todo lo que va a suceder entre ellos, desde que D'onofrio la descubre a unos metros de su casa (rural, nadie ni nada alrededor) y termina por alguna razón ofreciendo su ayuda como abogado, es absolutamente poco creíble.
Hay algo que ella necesita, que es volver a ver a su hermanita, que estaba ese día que se sucedieron los hechos.
La película buscará crear suspenso alrededor de esa escena en la que se produce la muerte del policía, volviendo una y otra vez a un flashback (como si se hubieran quedado sin presupuesto) insoportable, que dice menos de lo que esperamos.
Aparece una subpelícula, que tiene que ver con la venganza que planean los hijos del sheriff asesinado, unos boludos grandes sobre los cuales se pretende crear alguna historia verosímil de vidas angustiadas pero con poco éxito. Habrá entonces un camino de venganza que se suma al de redención.
Todo está centrado en Sandra Bullock, cuyo esfuerzo de máscara, sin maquillaje y gesto adusto, parecería ser un atajo para la nominación para el Oscar, que ojalá no suceda.
Rob Morgan, un actor negro interesante, es quizá quien tiene los mejores momentos como agente de libertad condicional de la Bullock.
El resto, aún los buenos nombres, olvidables por lo obvio y anunciado.
La pregunta sería, a quién no hay que perdonar? A la Bullock por su crimen que ya pagó, a los hijos del sheriff asesinado por la venganza que quieren cobrar? a los padres adoptivos (no desarrollamos esta parte porque es otro pelotazo) de su hermanita que estuvo en la escena del crimen por haberla criado al margen de la verdad? A esta altura estamos aburridos y no podemos seguir con la pregunta.
En definitiva, mucha energía puesta en que la actriz luzca distinta, dramática, descuidada, para los premios que ya se vienen, un elenco bueno pero disperso, y un libro predecible y malo, no se podría esperar nada distinto.
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