Babylon

Babylon

Una desmesura apabullante, 3 horas de película que celebra el momento en el que todo empezó, ese instante en el que la artesanía y el desierto en el que se hacían las primeras películas daba paso a esta industria que hoy conocemos. Una película para los amantes del cine.

7 Butacas

Porque hay que decirlo, hay que estar 3 horas viendo este desparpajo frenético y desborante, electricidad pura, que no da respiro casi litaralmente.

Damien Chazelle, director de la muy premiada La, La, Land, es un tipo que sabe lo que hace y lo que quiere, y lo que quiere es la perfección. Por eso es tan esmerado todo en cada escena, la música (que a pesar de estar ubicados en la década del 20 al comenzar no podemos dejar de acompañar con las piernas) la luz, el color, los excesos con carga estética y las actuaciones.

La película es una celebración del arte y de la industria.

Aquellos que conozcan esos comienzos se van a deleitar, sobre todo a partir de las biografías de Chaplin o Keaton, artesanos de la imagen que tenían que arreglarse con muy poco para filmar dos rollos en un par de días, y scarlos al mercado uno tras otro porque la gente quería más y más.

En esos días se ubica esta película, sobre todo hace foco en la vida de una celebridad del cine mudo interpretado con solvencia por Brad Pitt, una especie de Valentino de bigote anchoa, que no solo enamora adentro de la pantalla, sino que también afuera.

En su mansión en medio de la nada, se celebran las fiestas más desproporcionadas y locas que se puedan imaginar, muy bien atrapadas por la cámara de este director obsesivo y detallista, que no ahorra ningún detalle a la hora de contar los excesos.

Ahí está todo lo que veremos, esos personajes que, a la luz de esa incipiente industria que los tenía como protagonistas, crecieron a dimensiones de dioses en medio de la nada polvorienta.

Veremos también al personaje de Margot Robbie (otra gran actuación) que como tantas llega a probar suerte, o de la mano de una madre o sola como en su caso, para pasar de ser de la noche a la mañana una celebridad fulgurante.

El tema es que esos son los últimos años de algo que está a punto de cambiar, y con ese cambio, cambiarán sus vidas de manera definitiva, y ellos aún no se dan cuenta.

El cine incorporará el sonido, y con ese adelanto, en el que pocos creían, no todos van a sobrevivir.

Hay otro personaje muy interesante, que es una cronista de espectáculos (hubo en todas las épocas de Hollywood estos personajes muy influyentes) que será determinante para que entendamos cómo pararnos ante los giros de la historia.

Todo es color, todo es frenesí, todo es agitación, hasta que los personajes se calman para tener escenas más íntimas, pero nos damos cuenta que en realidad están tomando aire para la próxima pirueta.

Profundamente melancólica (el personaje de Pitt es eso) y escenográfica, poniendo en la pantalla esos años locos en los que, en medio de un desierto y con muy poco, se hicieron los cimientos de una industria poderosa e influyente.

Muy interesante y estresante, y sobre todo, celebratoria de un comienzo y una visión de pioneros.
El dato en contra son las tres horas.