Landman

Otra propuesta de Taylor Sheridan, otra historia de violencias, desiertos y gente ruda, otra de sensualidad y de verdades que salen de a borbotones de las bocas de los protagonistas.

8 Butacas

Sheridan ha participado como actor, productor, guionista, director, en muchas producciones de impacto: Sons of anarchy, Tulsa King, Yellowstone y todas sus precuelas, Sicario y otras películas.

Es un creativo con algunas obsesiones, pero también es alguien que sabe lo que quiere y sobre todo, sabe como transmitirlo.

Landman es una historia de petroleros, de gente ruda que anda muchas veces por los márgenes, de apostadores, de jugadores de poker con cartas de otros.

El personaje central (una nueva buena interpretación de Billy Bob Thornton después de Golliath) es una especie de hombre todo terreno de una compañía petrolera, una de las empresas chicas, es decir no de las ligas mayores, pero suficientemente grande como para extraer y comercializar una cantidad de barriles nada despreciable.

Es de un petrolero clásico, despiadado y complejo (muy brutal como jefe) que es el personaje que interpreta John Hamm, muchos años al frente, con gente de confianza y con un hombre en el campo, Billy Bob, que se encarga de todo lo que hay que encargarse.

La historia es la historia de este hombre, de sus costumbres, su estilo brutal, su familia (el toque de frivolidad de su esposa y su hija y el espejo en el que se mira cuando ve a su hijo que también se va a abrir paso en ese mundo de seres rudos sin serlo) y de la manera que tiene de resolver todos los problemas que enfrenta la operación diaria de pozos.

Los contratos de arrendamiento de campos, la intersección de negocios en esa zona de Texas tan cercana a México y los carteles de la droga, la política, los accidentes de los empleados, los abogados, todo en un enjambre que tiene algunas escaladas de complicación y a veces de violencia que lo hacen muy atrapante.

Es cierto, algunas cosas están llevadas a un límite algo inverosímil, pero es ficción y está bien hecho.

Hay una mirada muy contraria a lo políticamente correcto, los personajes sueltan frases ingeniosas y llenas de sabiduría a la hora de defender lo que hacen, y también está en un límite con relación a los temas ambientales, pero está bien, es ingeniosa y provocativa.

Es bueno y es efectivo Sheridan, quizá algo brutal, pero sus productos son buenos.