The silent hour

Un entretenido juego de gato y ratón, algo básico pero con una vuelta de rosca interesante, los dos protagonistas son sordos.

6 Butacas

El detective de homicidios Frank Shaw, interpretado por Joel Kinnaman, a quien adoramos desde su sensacional rol en The Bridge y después armó su carrera con roles más o menos olvidables, es un inquieto policía, serio, meticuloso, intuitivo y muy jugado.

No tiene miedo de arriesgar el pellejo en cada jugada, porque de alguna manera se sabe intuitivo y calculador, y eso le da una ventaja para con los que caen en sus investigaciones, que no tienen su inteligencia.

Una mañana en la que van a hacer un arresto con su compañero Slater (Mark Strong), se pone a perseguir al que van a arrestar contando los disparos que le va haciendo entre contenedores en el puerto de Boston, hasta calcular que se quedó sin balas, lo inesperado es un camión que atropella al perseguido pero ante el cual el no puede frenar y se lo lleva puesto de un cabezazo.

Ese accidente le produce una pérdida de audición severa.

Así que lo vamos a ver apenas empieza la película adaptándose a esa incapacidad que parece ser progresiva y permanente.

Pasará de Homicidio a hacer trabajo de oficina, y una mañana que sale de su terapeuta muy consternado porque los resultados de las pruebas le dan mal, y empieza a ver que el lenguaje de señas que está aprendiendo será su manera de comunicarse con el mundo, su antiguo compañero le pide un favor, ir con el a visitar a una testigo de un homicidio doble en un callejón de la ciudad.

Ella es Ava, vive en un edificio que están por demoler, es fotógrafa y adicta en recuperación y es sorda.

Así que ahí va con su antiguo compañero a hacer de traductor, cosa que todavía no le sale del todo bien.

Se olvida el teléfono, y cuando vuelve a casa de Ava a buscarlo, a ese edificio que está ya casi todo deshabitado por remodelación, ve por la ventana que Ava está en problemas, tres sujetos la están maniatando para inyectarla, los tres sabían que ella tenía en su teléfono las imágenes que los comprometen con los asesinatos y hay que eliminarla.

A partir de ahí la película se pone muy activa, habrá una persecución sin cuartel adentro de ese edificio, serán varios contra ellos solos, que además no escuchan, pero tienen otras ventajas, otras intuiciones, otras herramientas que son más sensoriales y el miedo.

La película es entretenida, no nos vamos a llevar nada más que esa diversión, aunque como siempre en este tipo de títulos, hay una bajada de línea, de que se puede disfrutar de la vida aún sin poder oír, y cosas por el estilo, que mejor pasar por alto.

Habrá final feliz, de la pareja protagónica compartiendo cosas, habrá un giro esperado pero que le hace bien a la historia, ya que los que van a asesinar a la testigo están de los dos lados del mostrador, y todos los ingredientes de este tipo de películas de entretenimiento.

Está en Prime 

Cumple con el canon.