El cuento de la criada T6

Hace ya 8 años (es increíble cómo se miden los años en "series y temporadas") nos sorprendimos con esta serie distópica, de las primeras, que nos desafiaba en tantos aspectos.

5 Butacas

Por un lado nos ponía todos los males de la actualidad (los de esos años) y por el otro una cura brutal y despiadada, seguidores fanáticos de la biblia tomaban el poder (con dinero y armas) y creaban en Estados Unidos un nuevo País, Gillead, en donde las reglas fueron cambiadas todas y las curas a todos los males (infertilidad, baja tasa de natalidad, contaminación, desvíos morales) venían de la mano de hombres iluminados y muy fanáticos y despiadados.

Todos hablamos de la serie en esos días, de la autora de la novela original, Margaret Atwood, del elenco y del diseño de arte de la serie, una verdadera maravilla de puesta en escena de colores y texturas.

También hablamos mucho del reparto, y sobre todo de la protagonista absoluta del drama, la Peggy de Mad Men, Elisabeth Moss.

Ese entusiasmo inicial, esas discusiones, esos debates acalorados y esos sacudones, se fueron atenuando con el paso de los años y las temporadas, pandemia de por medio, y la verdad es que creería que la serie en no envejeció tan bien como pintaba.

Hay un decline hacia la mitad de la trama que se profundiza y deriva en esta sexta temporada de 10 episodios, en la que hay que cerrar todos los temas (a pesar de dejar alguno abierto) y en la que, a pesar de haber pasado por los peores tormentos y vejaciones, la protagonista terminará perdonando a todos los que le hicieron tanto mal.

Se acomodarán los tantos, habrá una revolución sin sangre (al menos no la vemos) casi humanitaria, y habrá llantos y perdones como para dejar en claro que el bien está del lado de June, la protagonista.

Al pasar tantos años entre temporada y temporada, se hace muy difícil recrear algunas sensaciones, que más allá de la trama, son las que nos mantienen pegados a la pantalla. Las que nos hacen vibrar y emocionarnos, es difícil traerlas emocionalmente a esta temporada que estamos viendo.

También está la sensación que tienen que cerrar historias y se hace de manera precipitada en algunos casos.

Y lo que antes nos atrapaba, ese recurso de la mirada de Moss a la cámara, esos mohines y sus caras tan bien trabajadas, como ya lo vimos, en esta nos parece un recurso innecesario y redundante.

De aquella historia que tantos nos hizo hablar a este final algo deslucido, queda de todas maneras un contenido que nos planteó de manera brutal un futuro distópico creado sobre bases creíbles, y sobre todo, posibles.