The lost bus

No son tan frecuentes las buenas películas de lo que antes llamábamos "cine catástrofe", desastres naturales o producidos por errores humanos que desembocan en cataclismos o tragedias contadas desde la perspectiva de algún científico o personajes secundario que se convierte en héroe accidental.

7 Butacas

Esta película que se estrenó hace unos días en Apple TV es cautivante y atrapante, dirigida por Paul Greengrass con la maestría que ya le conocemos de United 93 o Captain Phillips, nos hace sentar cerca de un chofer de micro escolar, los largos, los amarillos que conocemos de tantas películas y que todavía andan por los barrios de Estados Unidos buscando a los chicos para llevarlos a a la escuela.

Es un día como otros en Paradise California, Kevin McKay (Matthew McConaughey) está en un capítulo verdaderamente oscuro de su vida y su día es complicado siempre. Su esposa lo ha abandonado. Su hijo Shaun (Levi McConaughey) lo odia y desearía que estuviera muerto. Su madre, Sherry (Kay McCabe McConaughey), cada vez está más inconsciente de su entorno. Incluso su perro muere en un primer acto, un golpe bajo como los que nos daba Hithcock cuando quería que algo nos conmueva.

Ese día de 2018, esto sucedió realmente, en ese lugar no había habido lluvias por 8 meses, el calor estaba insoportable y los vientos, muy fuertes, rompieron un cable que cayó al piso y provocó las chispas que encendieron el fuego.

Lo demás lo podemos imaginar, el fuego creció hasta hacerse imposible de parar.

El cielo se oscureció, la tierra fue ardiendo y el micro que maneja Kevin recibe un llamado desesperado, hay 23 chicos de una escuela cuyos padres no pudieron llegar a retirarlos y necesitan que los vayan a buscar.

Kevin duda, tiene a su propio hijo con fiebre en la cama, tiene que llevar el micro a la central para que lo revise un mecánico, pero igual decide ir a buscar a los chicos.

Lo que sigue es exasperante y angustiante, un recorrido por caminos atascado y prendidos fuego para llegar a un destino que ni ellos sabían que estaba a salvo, con esos chicos adentro de un micro que podía arder en cualquier momento.

La maestría para filmar estas escenas inmersivas de la tragedia y la voracidad del incendio son increíbles y valen la película.

Lo acompañará una maestra, Mary Ludwig (interpretada por América Ferrera) que será un complemento cariñoso y también heroico del viaje por el infierno.

McConaughey puede transmitir toda la historia de fondo de su propia vida que se cae a pedazos, simplemente con su lenguaje corporal y su cadencia. Es un actor notablemente consistente: siempre bueno y, a veces, genial. 

Es un recordatorio de lo creíble que puede ser en pantalla, encontrando ese equilibrio entre el carisma y las cualidades de un hombre común y corriente que convierte a alguien en una estrella de cine.

Es una vuelta a un cine clásico, sin tantas vueltas y rebusques, que pivota sobre una historia real y está muy pero muy bien filmada.