The Double


The Double

“por volverte a ver…” diría con justicia la canción. Tanto tiempo sin vernos, también le iría como fórmula. Es que en los últimos 10 asistimos a un lento, pertinaz y planificado movimiento de sustitución de malos, que al menos a mí, no termina de cerrarme.

Y en The Double vuelven los rusos, hay atmósfera de guerra fría, y de CIA versus FBI y de líos y dobles agentes.

Es la ópera prima como director de un tal Michael Brandt, que tiene como antecedentes los guiones para cine de Wanted (esa de las balas en cámara lenta y una Angelina Jolie comestible) y la versión de Rusell Crowe de El tren de las 3y10 a Yuma. Buen manejo de los tiempos y el ritmo, eso es lo que asegura.

La película llega en Abril. No será de esas que recordarán por siempre, pero tiene algunos condimentos buenos.

Solo algunos.

Es la vuelta a un rol de acción de Richard Gere, maduro, canoso, potente, y una buena oportunidad para mostrar a Topher Grace, un ascendente joven buen actor.

Cuál es el problema de la película? Que necesita de una enorme pericia narrativa. Por qué? Porque decidieron revelar de entrada la doble identidad de un agente (de esos que siempre se revelan al final) entonces será necesario ir siguiendo muy de cerca qué más hay en el juego para mantenernos atrapados.

Si ya sabemos de entra quién es el malo, todo en la película tiene que estar al servicio de ir descubriendo qué más no sabemos de él, cómo lo hace, los motivos por los cuales hace lo que hace. Y eso no es tarea fácil. Y en The Double no llega a lograrse.

Hay un giro al final, algo inesperado, pero que no alcanza para salvar la ropa.

Gere está bien, tiene oficio, compone a un agente frío, del que siempre vamos a estar en deuda con conocer su pasado y con algunos momentos de emotividad (muy a cuentagotas).

No pasa de ser una de tiros y algo de trama (algo).

La buena nota es la vuelta a los sets de los malos rusos.

Nos habíamos olvidado un poco lo malo que pueden ser, y está buenísimo! Aunque hay que ser muy cautelosos para que no se pasen de la raya y resulten caricaturas (siempre una gran tentación) los malos en The Double son malísimos, y mantienen tibios los viejos rencores de la guerra fría. Hay intrigas, dobles personalidades, infiltrados y mucho dinero dando vueltas en sus respetables vidas americanizadas. Pero están al acecho, en cualquier momento les dan la orden y ser arma el tole tole.

Hay otra buena nota, que son unos minutos para Martin Sheen. Una gloria de la pantalla. No hay mucho en The Double.

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