Silver Linings Playbook
Silver Linings
playbook
Almas perdidas, despojos de una sociedad que solo busca el
éxito y no perdona. Marginales emocionales, sueños por cumplir, conformarse con
poco, vivir caminando en los bordes de lo correcto.
De todo esto va esta bella película, y de mirar siempre el
lado bueno de las cosas.
Ese pequeño detalle, el pequeño heroísmo, la salvación por
una canción, por una sonrisa.
Bradley Cooper es un perturbado, pasó tiempo en una
institución mental por cagar a trompadas al amante de su esposa cuando lo
encuentra en la ducha con ella, un día que vuelve a casa temprano.
Sale, tiene que ir a lo de sus padres, está emocionalmente
equilibrado, pero con solo escuchar unos acordes de la canción que sonaba en el
equipo de música el día que descubrió sus cuernos, ese delicado equilibrio se
va al diablo.
Con lo cual hay que sostenerlo, y en la familia, en esa que
le toca, nadie regala templanza y tranquilidad.
Papá (De Niro) y mamá están sin empleo, salvándose con
apuestas en el fútbol y un destino de restaurante.
La única obsesión de nuestro protagonista es volver con su
ex mujer. Mejoró para ella, hasta leyó todos los libros que ella enseña en la
escuela, para entenderla mejor.
Pero cuando todo parece que se encamina, aunque tenemos
siempre dudas que pueda encaminarse, aparece en la vida Jennifer Lawrence (por
Dios lo que ha crecido esta mina como actriz!!) y llegará para poner todo patas
para arriba, llevarlo a su punto más complejo y desafiante, hasta desatarlo y
con eso, poner las cosas en su lugar.
Es una trama compleja, pero que se lleva muy bien con el
ritmo del relato. Está cimentada en diálogos increíbles y buenas actuaciones de
la pareja central.
Es que ella, Lawrence, también es una chica con un
equilibrio delicado, acaba de enviudar de un policía y se desenfrenó
sexualmente apenas sola, y está por todos los medios tratando de corregirse.
Dos almas en pena, dije más arriba, dos desamparados
tratando de ayudarse mutuamente, salvando para sí algo de paz.
Una excusa, una apuesta, un momento compartido ensayando una
rutina de baile les devolverá la luz.
Y a partir de esa luz que se les cruza, el amor lógico, casi
como una consecuencia ineludible.
Es bella esta película.
Porque tiene ritmo, porque tiene humor, porque tiene
tragedia pero tratada en sentido reparador y esperanzador, porque no tiene
héroes ni villanos, porque se atreve con
un tema sensible sin dar sermones y porque cuando llega la luz, cuando
llega el amor, todos lo dejan entrar y aparece el lado bueno de las cosas.
Un amigo dice que hay que pasarla bien, aún con cosas
chicas, gestos, momentos, porque cuando uno la pasa bien es feliz, y la
felicidad está hecha de esos momentos.
Ver el lado bueno de la vida no es para cualquiera.
Pero qué bueno que alguien lo haya puesto en una pantalla,
para que podamos darnos cuenta de cuántas pequeñas cosas nos hacen feliz cada
día.
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