El jardín de bronce

El jardín de bronce

Calidad de exportación, diría la etiqueta, una historia de gran tensión narrativa, a la que no le sobra ni un segundo, con excelentes actuaciones una factura técnica impecable.

8 Butacas

Imágenes de una ciudad fotografiada con arte y en una calidad inusitada. Un buen libro con una intriga que se sostiene hasta el final y nos sorprende varias veces en su desenlace, actuaciones de primer nivel y mesura narrativa. Esos condimentos, que tanto buscamos por separado en cualquier película, están todos juntos en esta serie argentina, de enorme factura internacional y de gran calidad.

Una pareja de clase media, trabajadores, padres devotos y cariñosos, viven una vida de encuentros y desencuentros de parejas jóvenes. Es su hija la que los amalgama y a la que aman con locura.

En una tarde de plaza se desesperan cuando casi la pierden. Lo que sucederá después, es una espiral de hechos desencadenados con la desaparición de la nena, que se irán complicando con el tiempo, hasta el abandono y la desesperación.

La historia está contada de tal manera, que el lapso de tiempo y la frustración por no encontrarla por 10 años, juegan a favor de la madurez de la trama.

Todos se reencuentran 10 años después, con nuevos indicios, con el paso del tiempo en sus vidas, pero con la obsesión intacta.

Joaquín Furriel hace un papel consagratorio. Se pone al hombro el protagonismo de esta historia, componiendo a un padre desesperado, que hace todo (literal) y nunca baja los brazos a pesar de todo.

Con agudas miradas sobre el sistema judicial y su desidia, el policial y su corrupción, y hasta al propio sistema de valores individuales, encontrará en un detective privado caza recompensas, el camaleónico y siempre ajustado Luis Luque, el compañero ideal para la búsqueda, el que seguirá sus corazonadas y con el que irá hasta casi el final del camino.

La serie de 8 capítulos de duración, filmada en 4K (lo que produce un efecto a la vista de una belleza natural y de la ciudad increíbles) y producida sin localismos extremos pero con fuerte identidad argentina, es un excelente producto de exportación de contenido, tan bueno en estos años de plataformas digitales.

Pero a diferencia de otras, esta serie atrapa, tiene buenas actuaciones, ajusta en la fidelidad a un libro entretenido y convoca desde la calidad.

Se la puede ver en los servicios On Demand de HBO.