The dead
The dead
Literalidad y el universo Joyce a partir de la puesta en imágenes de un cuento sensacional, ambientado en Dublin de 1906. Poesía y romanticismo en medio de los inminentes temas sociales en la puesta en escena refinada de uno de los cuentos que componen el libro Dublineces. Una delicia.
En el formato de "película teatral", esa en la que la trama se desarrolla y desenvuelve casi de manera lineal como la presenta el libro original, este es un trabajo de 1987 que desarrolla la familia Huston (papá John dirige, hijos Tony con el guión adaptado y Anjelica como protagonista) como homenaje a James Joyce.
Una cena de invierno, los primeros días del año, que se repite todos los años en casa de las tías de Gabriel, el protagonista. Tías solteronas, amables, generosas, que abren su casa para que artistas, vecinos, familia, bailen, cenen y compartan su arte y su poesía dejando a la política de lado (todo lo que se pueda).
Gabriel, sobrino preferido, va con su mujer (el rol de la Huston) y como todos los años será en encargado de trozar el pavo y hacer el discurso central.
Ese año en particular, habrá pequeños detalles que le llamen la atención.
Una amiga de la infancia le recriminará sus ideas políticas.
Otro también le mostrará un costado que nunca había visto.
Pequeños detalles de temas que nunca prestó atención, y que de alguna manera le mostrarán que el tiempo ha hecho que la gente cambie, con la lógica reflexión acerca de sus propios cambios, que no percibe.
Hacia el final de la velada, un tenor que estaba invitado y que se había negado sistemáticamente a cantar durante la velada, entona una canción muy hermosa y desgarradora, que le dedica a la joven con la que quería partir acompañado esa noche.
Estaban pocos en la escalera abrigándose para salir y quedaron cautivados por la voz hermosa del invitado.
Entre ellos su mujer, que quedó conmovida hasta las lágrimas.
Al volver al hotel, en la intimidad, ella seguía llorando, y le relata la historia que le evoca esa melodía, una historia de amor juvenil, amor profundo y tan especial, que sigue marcado a fuego en su memoria.
Una historia que Gabriel no sabía, y que lo hace reflexionar acerca de lo que no sabemos de las personas, aún de las que más tiempo pasan con nosotros. Reflexiones sentidas y hermosamente contadas en el libro y en la película.
Es algo morosa, pero describe y cuenta de manera poética y poderosa, el maravilloso universo de James Joyce.
Literalidad y el universo Joyce a partir de la puesta en imágenes de un cuento sensacional, ambientado en Dublin de 1906. Poesía y romanticismo en medio de los inminentes temas sociales en la puesta en escena refinada de uno de los cuentos que componen el libro Dublineces. Una delicia.
7 Butacas
En el formato de "película teatral", esa en la que la trama se desarrolla y desenvuelve casi de manera lineal como la presenta el libro original, este es un trabajo de 1987 que desarrolla la familia Huston (papá John dirige, hijos Tony con el guión adaptado y Anjelica como protagonista) como homenaje a James Joyce.
Una cena de invierno, los primeros días del año, que se repite todos los años en casa de las tías de Gabriel, el protagonista. Tías solteronas, amables, generosas, que abren su casa para que artistas, vecinos, familia, bailen, cenen y compartan su arte y su poesía dejando a la política de lado (todo lo que se pueda).
Gabriel, sobrino preferido, va con su mujer (el rol de la Huston) y como todos los años será en encargado de trozar el pavo y hacer el discurso central.
Ese año en particular, habrá pequeños detalles que le llamen la atención.
Una amiga de la infancia le recriminará sus ideas políticas.
Otro también le mostrará un costado que nunca había visto.
Pequeños detalles de temas que nunca prestó atención, y que de alguna manera le mostrarán que el tiempo ha hecho que la gente cambie, con la lógica reflexión acerca de sus propios cambios, que no percibe.
Hacia el final de la velada, un tenor que estaba invitado y que se había negado sistemáticamente a cantar durante la velada, entona una canción muy hermosa y desgarradora, que le dedica a la joven con la que quería partir acompañado esa noche.
Estaban pocos en la escalera abrigándose para salir y quedaron cautivados por la voz hermosa del invitado.
Entre ellos su mujer, que quedó conmovida hasta las lágrimas.
Al volver al hotel, en la intimidad, ella seguía llorando, y le relata la historia que le evoca esa melodía, una historia de amor juvenil, amor profundo y tan especial, que sigue marcado a fuego en su memoria.
Una historia que Gabriel no sabía, y que lo hace reflexionar acerca de lo que no sabemos de las personas, aún de las que más tiempo pasan con nosotros. Reflexiones sentidas y hermosamente contadas en el libro y en la película.
Es algo morosa, pero describe y cuenta de manera poética y poderosa, el maravilloso universo de James Joyce.
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