Pavarotti

Pavarotti

Sale olor a tuco de la pantalla. Se inunda con esa presencia voluminosa, con esa sonrisa enorme y esas ganas de abrazar al hombre que traspuso todos los prejuicios y llevó la ópera a las plazas.



7 Butacas



Este documental dirigido por el multipremiado Ron Howard tiene varios hallazgos, el primero, y eso siempre se agradece, es que no recurre a voces extrañas para narrar una vida, lo hace a partir de testimonios íntimos, grabaciones caseras, intervenciones justas y delicadas en las que Luciano y sus afectos, van contando su vida.

Repasa entonces su niñez de segunda guerra, su familia, su padre tenor y panadero, sy madre amorosa, en una típica familia italiana, contada desde ellos y no a partir de estereotipos de la industria.

Sus comienzos como cantante, sus apuestas, su debut como el Rodolfo de Boheme (en reemplazo del tenor protagonista que se enfermó), su matrimonio de años, sus tres hijas, sus giras y sus ausencias, sus viajes interminables en los cuales su manager norteamericano comienza a darle forma a un fenómeno.

Ese fenómeno tendrá lugar solo en el ámbito de la lírica, sacrosanto, con sus códigos de deidad y sus berrinches. Pero la carrera de Luciano iría por más.

SI su manager histórico era celoso de los cruces de géneros, serán un manager internacional en colaboración con otro inglés que producía Rock and Roll, los que pondrán definitivamente su nombre entre las estrellas más luminosas de la canción.

Cruzarán estilos, se animarán a todo, hasta lograrlo todo.

Pavarotti es, y la película lo refleja muy bien, un fenómeno de masas, un imán para atraer público y a su vez para acercar la música más refinada, a los conciertos masivos inesperados.

El éxito con  U2, los recitales al aire libre, los repertorios clásicos hechos a la medida de las grandes audiencias, el fenómeno de los Tres Tenores (junto a Domingo y Carreras) son los momentos más altos de una carrera fértil y masiva.

Luego sus últimos años, transitados de la mano de Nicoletta, su segunda joven mujer, su paternidad al final de la vida, y una reflexión profunda, producto de las reflexiones que le permitió la enfermedad que lo terminó venciendo.

Un buen documental de casi dos horas, bien llevado, con mucha imagen inédita, testimonios y grabaciones increíbles. Y la mano de un gran director para que el cuento resulte atractivo.

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