Enola Holmes

Enola Holmes

Sherlock no tuvo hermana, no existe en el cannon escrito por Sir Arthur Connan Doyle, pero importa poco, se admite una licencia literaria de tal tamaño para justificar un entretenimiento original.

7 Butacas

Es una mezcla extraña, poca producción producto de la pandemia, y un avance endemoniado de las series que, también hay que reconocerlo, es el refugio de los mejores creadores de la industria, en detrimento del cine.

Enola Holmes es un producto moderno, con dinámica, estilo y licencias de estos tiempos. La historia que cuenta, el misterio que desentraña, es muy básico (indigno de Sherlock) y la película nunca se lo toma en serio, en realidad es una base, un telón de fondo para mostrar a la protagonista, que es el verdadero hallazgo de este intento.

No se esfuercen por encontrar algún punto de contacto con los libros, tampoco con las muchas películas que han tomado a Sherlock, Watson y Mycroft Holmes como protagonistas, esto es otra cosa.

Esta historia la cuenta Millie Bobby Brown, la muy joven protagonista (Enola) que es un imán, un carisma interpretativo inusual y poderoso, que hace que nos olvidemos que hay un intento por relacionar su historia con la de el gigante de la literatura policial.

Hay una serie de libros (de los llamados juveniles) que arrancaron esa saga con mucho de arriesgar y poco que perder, que se convirtió en la base de esta película que puede bien ser la primera de una serie, porque el personaje lo permite y creería que lo habilita.

Lo que es costosa es la producción. Colosal y lujosa, para darle marco a la primera aventura.

Enola se revela divertida, inteligente, y muy carismática. Logra de entrada una sintonía cómplice rompiendo la cuarta pared, logrando una interpretación interesante.

Hay olor a franquicia, y creo que está bien. La próxima, que ya conocemos a Enola, debería esmerarse por un caso más complejo, que sea atractivo para seguir una historia, no solo para conocer y situar a los personajes. Ella es sensacional