Gigantes

Gigantes

La producción española, que ya tiene un piso de producción envidiable, ubica en los barrios de Madrid una historia de saga familiar intensa, demasiado violenta y por momentos poco creíble, aunque con toques de buena dramaturgia.

5 Butacas

Los Guerrero son una familia violenta, el Padre (un siempre ajustado José Coronado) y sus tres hijos varones.

Viven en el rastro madrileño, venden antigüedades y eso les sirve como pantalla del negocio de drogas que manejan a su antojo. Fuertes, pesados, violentos, se las verán con los gitanos y con toda alma que se les cruce en el camino.

Ya de entrada se plantea el alma de la familia, el día que muere la madre de los tres chicos y el padre, en la cena silenciosa sentencia, hoy pueden llorar, pero mañana y abasta.

Involucrados desde niños en los negocios (y los peligros) del padre, serán involucrados en todo, hasta en las intrigas y en las confianzas y desconfianzas del propio padre, que no dudará en ponerlos en contra uno contra otro en cualquier momento.

La historia promete, los dos primeros capítulos son fuertes, complicados, violentos, pero van delineando una historia que engancha.

Lo bueno, entre otras cosas, es que son dos temporadas cortas, de 6 capítulos cada una (aunque de una hora de duración cada uno, los españoles son largueros), también las actuaciones de Coronado y Daniel Grao (una cara habitual en las series españolas), los efectos especiales, las locaciones y los inesperados giros que va dando el guión.

Hay amor fraternal (extraño) y odio fraternal, una historia de Caín y Abel con un hermano menor en el medio que nunca encaja en el patrón familiar.

Hay una eliminación de todo lo que se les opone, familias gitanas que se dedican territorialmente al mismo negocio, hay saltos temporales, hay giros sorpresivos en la historia y hay un desenlace que prevé una tercera temporada, aunque con los hermanos muertos, uno de ellos tiene una hija que se revela complicada y heredera.

Lo malo, excesiva violencia (hay momentos que resultan hasta risueños por el límite que cruzan) una trama a veces un poco intrincada y algunos baches narrativos.

Hay una mujer policía que los busca desde hace años, que sospecha, que sabe, que tiene todo pero no puede frenarlos. Hay una periodistas que se juega demasiado, hay muchos, muchos políticos y jueces y policías metidos en la red de favores de los Guerrero, la vida misma.

Intensa, demasiado violenta a veces, con el piso de calidad español que vino para quedarse y entretenida. No hay que buscar ni esperar más.