Sound of metal

Sound of metal

Todo del buen interprete Riz Ahmed, todo. 

8 Butacas

Entendemos a través de sus ojos, de su cuerpo, de su expresión de tipo perdido, lo que le está pasando, y nos conmueve de manera inusual, sin golpes bajos, sin estereotipos.

Un baterista de heavy metal, que vive su vida de músico nómade en la carretera, viajando de pueblo en pueblo con su novia cantante y tomando de la vida lo que esté dispuesta a darle, sin pretenciones más que la música y el amor.

Un día, de un momento a otro, en un segundo, como suelen ser los acontecimientos que cambian para siempre la vida de una persona, oye menos, entra en una especie de zumbido molesto y progresivo.

Primero se desespera, después intenta buscar una solución (va a una farmacia a preguntar, adónde si no...) y poco a poco va descubriendo que deberá vivir con eso mucho tiempo, todavía ni sospecha que es algo permanente.

Sin caer todavía, se hace ver y el médico le dice que ya perdió el 80 o 90% de la audición, y que muy probablemente pierda el resto en breve.

Una piña. Ok, hay una operación posible, vamos a por ella, consigo el dinero y la hago. Vamos a planear el próximo show.

Pero no será tan fácil, Ruben (así se llama el personaje que compone el actor a apreciamos en The night of...) es un adicto en recuperación, si bien lleva 4 años sobrio, un golpe así puede desestabilizarlo de manera brutal.

Su novia lo convence de internarlo en una granja que le recomiendan, una granja alejada, en la que todos están recuperándose de alguna adicción, en la que todos son sordos, en la que va a aprender a asumir su nueva condición, y a comunicarse.

El otro protagonista de la historia es el director o editor de sonido. Hace que nos metamos en la cabeza del protagonista, que escuchemos lo que él escucha, los sonidos lejanos, las conversaciones a medias, lo latoso de una bocina y lo lejano de unas campanadas. Ayuda mucho a la espectacular creación de Ahmed.

Por lo demás, no es una película melodrama, no es tampoco una de esas de superación que tanto les gustan a los norteamericanos, es una película de gran trabajo actora, que nos va metiendo en la cabeza y en la vida de alguien sin pretenciones, a quién la vida le cambia en un segundo y para siempre.

Tampoco es autocomplaciente, ni estereotipada.

Un film íntimo, un viaje actoral increíble y una hoja de ruta de un proceso irreversible, un golpe de esos que llegan y nos dejan fuera de combate, pero hay que seguir viviendo.