Another round

Another round

Un experimento, cuatro amigos profesores de secundaria, el nivel justo de alcohol en sangre para vivir la vida plenamente.

7 Butacas

El tema es así, se cree que el ser humano se desarrolla con un nivel muy bajo de alcohol en sangre, no quiere decir que haya que tomar desde chicos, sino que las cosas que ingerimos y producen alcohol, lo hacen en bajas cantidades. 

Cuatro amigos que son profesores de secundaria (historia, educación física...) deciden (basándose en papers científicos) comenzar un experimento social, deben mantener un 0,05% de alcohol en todo momento, para lo cual tendrán que beber todo el día, sobre todo en horas de clase, para poder mantener ese nivel.

Se convencen, después de compartir una cena en la que llegan los cuatro muy cargados de sus mochilas personales, que ese nivel es el adecuado, y que les permitirá vivir con algo de relajamiento general, como una especie de freno de mano desactivado, como relajados ante la vida, y que eso les permitirá ser más alegres, menos complicados y más creativos.

Dicen, si cuando estamos en ese momento antes de caer borrachos nos sentimos geniales, por qué no lograrlo todo el día?

Aclaro que estamos hablando de los países escandinavos (la película se llama Druk en danés, borracho) en los que la ingesta es alta para nuestros estándares.

Así entran en el experimento, y es Mads Mikkelsen (impecable actuación) el que más sentirá y disfrutará esos cambios que se producen. Muy cansado y aburrido de su vida, en crisis de mediana edad, no encuentra ya pasión en la historia que enseña, no disfruta a su familia, y menos a su esposa, de la que se siente alejado.

El experimento le dará una horas de pasión y felicidad.

Así les va sucediendo a todos, al profe de educación física que logra resultados en los alumnos menos favorecidos y menos hábiles, el de música que vuelve a escuchar y a transmitir la pasión y el de filosofía que se mete con maestría en la angustia de la adolescencia y es capaz de orientar y ayudar.

Se sienten tan plenos, que suponen que yendo un poco más arriba en el consumo les irá mejor, y emprenden un viaje que no deberían haber emprendido, más y más alcohol, más graduación. Ajenjo.

No todo resultará como pensaban, el experimento los pone demasiado lejos del objetivo, no pueden sostener nada de lo que habían logrado.

Es una película que atrapa, con unas actuaciones sobresalientes, una profunda reflexión sobre qué nos hace bien, qué nos libera y sobre todo, por qué necesitamos esas ayudas para ser felices.

El final, uno de los más lindos que ví en cine en los últimos años, un canto a la esperanza después de la oscuridad.