Nobody

Nobody 

Un manso y rutinario hombre de familia, bueno y callado, un día deja de serlo, un detalle lo saca de esa paz forzada en la que vive, para revelar su verdadera naturaleza.


7 Butacas



Lo primero que hay que decir que es una alegría que le hayan dado este papel a Bob Odenkirk, si Saul, porque la tentación seguro fue que sea Liam Neeson o incluso Denzel Washington, es un papel en el que ya los vimos y han estado bien, pero el bueno de Bob lo hace infinitamente más creíble y más cercano.

La elección es adecuada, porque le aporta matices, sutilezas, expresividades (o falta absoluta de ellas) que en los protagonistas acostumbrados nos hubieran sido demasiado impuestas.

Hutch es un tipo normal, de suburbio, un montaje sensacional de imágenes nos ubica en una vida rutinaria, sin sobresaltos de ninguna naturaleza, repetitiva y chata, que parece ser un lugar de confort del protagonista.

La más de las veces silencioso, como guardián de sus pensamientos, trabaja en la fábrica que fundó su suegro, con su cuñado expansivo y típico macho alfa norteamericano, armado y dispuesto siempre a pelear.

Una noche, una pareja de ladrones novatos entra a su casa, hay unos pocos dólares, los convence que se vayan, y cuando están por salir, su hijo mayor (tiene también una hija más chica) salta de la escalera y hace un tackle a uno de los ladrones, dejándolos a merced de darles un golpe, recuperar las cosas y hacerlos salir de la casa. Solamente debía pegar un golpe con un palo de golf, nada más.

Pero no lo hace, en cambio les pide que se vayan. Muy pacífico, tanto que su hijo le reprocha no haber reaccionado.

Un detalle, los ladrones se llevaron un collar del gato de su hija, y ella sufre por esa pérdida. Todo cambiará en ese instante.

Hutch se revela extraño, preparado para todo, y en unos segundos descubre el paradero de los atracadores, una pareja de latinos que viven de manera muy marginal, y comienza a revelarse la verdadera personalidad de este sujeto que hasta hace minutos era inofensivo.

Volviendo a su casa sube a un colectivo, en el que luego después de un accidente con su camioneta se suben 6 rusos enormes. Resulta que insultan a una chica que iba en el colectivo, resulta que el reacciona de manera muy calculada pero desafiante y resulta que la escena que viene es de una coreografía de la violencia muy pocas veces vista.

Una escena bisagra, que lo encuentra desplegando una violencia inesperada, efectiva y depredadora.

Quién es este hombre? Ya habíamos tenido una pista unos minutos antes cuando en una escena un veterano del ejército descubre un tatuaje revelador en su muñeca, algo que lo identifica con alguna clase se trabajo muy pesado para alguna agencia gubernamental.

Nunca lo tendremos claro, no se va a revelar para quién trabajaba ni haciendo qué cosas, aunque sospecharemos algo grande y no tan público.

La película derrocha a partir de la escena del colectivo, un despliegue de violencia de buena factura cinematográfica, iremos descubriendo a este personaje que tuvo que abandonar su ostracismo y su paz inventada por un temas fortuito, pero que ahora a raíz de ese altercado en el transporte público se vuelve más y más complicado ya que en esa pelea hirió de muerte a un joven, que es hermano del tipo más peligroso que tiene la mafia rusa en territorio americano, un demente asesino despiadado, que además como cuidador de la mayor reserva de dinero negro del sistema mafioso, cuenta con un verdadero ejército a su comando.

Bueno, se las arreglará él solo (en realidad con la ayuda de su hermano, a quien no vemos sino hasta la escena final, como si estuviera siendo protegido en algún lado, y de su padre, un anciano Christopher LLoyd, impecable a sus 82 años) para desbaratar todo, para vencerlos a todos a fuerza de fuerza, tiros y mucha inteligencia para preparar la embestida final.

Es una película entretenida, que nos sorprende bien por la elección del protagonista, por cómo están filmadas las escenas de peleas y violencia extrema, porque deja siempre en dudas de dónde es este hombre extraño, para quién trabaja, quién lo protege, y por que es solo eso, y no pretende más nada, ni mensajes ni moralejas.

Una de tiros, bien filmada, entretenida y con un protagonista sorpresivo. A veces es suficiente.

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