The Capture

The Capture

El lado B de la obsesión por el monitoreo online de la seguridad, las cámaras que nos rodean, la vida no tan privada como creemos. Una de conspiraciones que se revelan de a poco.


 8 Butacas



Es una miniserie con el nivel de producción y de factura de la BBC que se va revelando despacio, de manera progresiva y compleja, a través de datos y pistas sutiles, bien al estilo inglés.

The Capture arranca con una épica, un soldado inglés que había peleado en Afganistán es enjuiciado por una imágenes de la guerra que en las que se lo ve ultimando a un civil. Esas imágenes que son tan elocuentes y lo incriminan son las mismas que, con la ayuda de abogados especialistas en derechos humanos y un técnico, lo liberan. Es simple, el ejército usa unas cámaras de casco baratas, que a veces desincronizan la imagen del sonido.

Pero a las pocas horas, el mismo soldado se ve envuelto en otro episodio, tomado por una cámara se lo ve atacando a la abogada que acaba de salvarlo.

El jura que no lo hizo, pero la imagen, que está en todos lados, dice otra cosa.

Una detective, Holliday Granger en el rol de la detective Carey, que acaba de pasar de la unidad antiterrorismo a homicidios complejos, es la encargada de investigar, y será la que descubra una trama detrás de ese hecho, que involucra a dos gobiernos y a nuestra vida cotidiana.

Irá descubriendo que Inglaterra colabora con Estados Unidos en un complejo programa que utiliza estas tecnologías para trabajar en casos de espionaje de gran complejidad y terrorismo, descubrirá también que las cosas no son como creía que eran, que su carrera también estuvo de alguna manera marcada por estas artimañas, y que la gente en la que confiaba, no eran tan transparentes como creía.

La serie tiene varios puntos altos, la manera en la que va haciéndonos descubrir los hechos es en forma paulatina y escalonada, con lo que nos va haciendo reflexionar a medida que nos va dando pistas es excelente.

También cómo nos va presentando a los personajes y cómo va haciendo crecer la tensión, hasta que no lo soportemos. 

Se cruzan, teorías conspirativas, personajes siniestros que trabajan para altísimas esferas de gobierno, secretos que hay que guardar, inocentes que se cruzan en los planes de esos personajes y que ven su vida tambalear en un segundo sin entender qué es lo que está pasando.

Es manipulación, es uso indebido de la tecnología, cruzados con el fin noble de proteger a las ciudades y los países de la amenaza terrorista. 

Quizá el punto bajo, es que cuando hay que resolver el nudo central de la trama, es tan complejo que requiere de mucha atención y es difícil ponerlo en imágenes, es como uno de esos guiones o historias que funcionan muy bien en el papel pero que son difíciles después plasmar en buenas imágenes, quizá los primeros 4 capítulos son sobresalientes y los dos que redondean la historia, solo buenos. Pero no hace demérito alguno del conjunto.

Hay un recurso muy bien usado, que es volver a ver algunas escenas claves desde otras perspectivas, lo que nos ayuda mucho en la comprensión de lo que está pasando, no hay necesidad de grandes efectos ni despliegues de recursos raros, y las actuaciones son todas de gran nivel.

Es intriga y suspenso de alto nivel, y es tan verosímil que asusta.


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