Cruella

Cruella

Si no fuera porque es Disney, estaríamos hablando de un Jocker, y hubiéramos disfrutado de un poco más de oscuridad, pero todo no se puede.


6 Butacas



En realidad la película se plantea que conozcamos de dónde viene ese personaje que se hacía los tapados con piel de perro dálmata, una villana con todas las letras y muy complicada.

Pero la película decide otro camino, en realidad se queda a medio camino de casi todo lo que se propone.

Tiene puntos altos, Emma Stone y Emma Thompson lo son, muy altos, ambas, en sus composiciones son brillantes, pero el texto, la historia, la duración, nos confunden.

Vamos a ver entonces de dónde viene tanta maldad? 

Si, pero no, sería la respuesta. La verdad es que para el público de Disney, demasiada oscuridad, aún cuando los personajes de antaño la podían tener, no es aceptable hoy, días en los que estamos revisando hasta La bella durmiente.

Entonces nos vamos a la historia de una nena que no encaja, que es complicada, que la echan del colegio (tiene el pelo negro y blanco) y vive con su madre, que decide ir a probar suerte a Londres y la lleva a su aventura. La nena se llama Stella, y es realmente insoportable.

Resulta que en el camino a Londres hacen una parada en un lujoso castillo, adonde la madre debe hacer una parada para ver a la dueña de casa y cobrarse algo pendiente (dinero) pero algo sale mal (todo) y Stella ve escondida cómo unos perros malísmos tiran a su madre por el precipicio.

Buen arranque, pero si bien hay violencia, una muerte, es a lo Disney, no es tan cruel, y no es tan oscuro, no se abandona el tono de comedia.

Stella va a Londres, crece sola, con dos bandidos a los que conoce el primer día, y busca que la tomen en una gran tienda de moda, dirigida por la Baronesa que compone Thompson, como diseñadora.

Una serie de eventos fortuitos (y divertidos, acá la película cambia de registro) hace que no solo la tomen, sino que se convierta en la mano derecha de la baronesa, por su osadía en el diseño y su creatividad sin límites.

Pero la Baronesa es muy muy mala, ella es muy muy buena, y todo se complicará.

La historia entonces camina por un tono más complejo a partir de ese momento, y se comienza a develar (para Stella también) cuál es el vínculo que la une con ese ser siniestro y complicado.

Bueno, son más de dos horas, son muchos millones en producción, que se notan en cada escena, son cuadros de gran despliegue coreográfico, buenas actuaciones en general y buen desarrollo. 

Una banda de sonido muy pegadiza, con temas de los años 60 y 70, terminan de redondear el clima.

Pero el tema es que ese personaje que emerge de la buena de Stella, Cruella, no termina de volverse oscura para anular a la luminosa joven que era hasta haca minutos. Su maldad se queda a mitad de camino. Su despertar a la adultez tomando todos los riesgos que se puedan tomar, no termina de sorprendernos.

Quizá por eso de que el público a quien creemos que se dirige la película incluye niños y niñas, quizá por lo que Disney no se anima a hacer con estos personajes, no sabemos bien por qué, pero en definitiva vemos una película interesante desde lo visual, pero confusa desde el guión y la historia.



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