Last night in Soho

Last night in Soho

Un viaje extraño a la Londres de los años 60, al Soho, que era como el centro del mundo, el lugar en el que todo pasaba, como escenario de una historia de terror moderna, que todavía no terminamos de descifrar.


5 Butacas



Ellie es una joven que sueña con ser una diseñadora famosa, y para eso, para estudiar, tiene que salir del campo adonde vive y probar en la ciudad, en el corazón de Londres, adonde funciona la escuela de diseño que la acepta para estudiar allí.

Ya probó hace años su madre, con mal destino, ya que terminó presa de sus fantasmas y terminó por suicidarse sin poder cumplir con ese sueño.

Así que Ellie no la tiene fácil, a la dificultad y lo difícil que es instalarse en la gran ciudad, la presencia de su madre y el mismo sueño, le va a poner las cosas difíciles.

Ellie tiene un don especial, una conexión con los lugares y las situaciones, que la hacen sentir mucho más que el resto lo que la rodea. Es una cualidad que le preocupa a su abuela, que cuando la despide le dice algo así como "no dejes que te obnubile, que te paralice, y cualquier cosa podés volver que va a estar todo bien".

Pero Ellie va tras su sueño, y cuando llega todo le es hostil, como en aquellas películas en las que los personajes del interior llegan en tren a Buenos Aires y los roban, a Ellie no la van a robar, pero un taxista sexista es suficiente para que se asuste y vea lo peor de lo que puede pasarle.

Cuando se instala, en la casa de hospedaje de los estudiantes es lo mismo, en pocas horas vive tanta agresividad por su condición de chica del interior, que se espanta y decide ir a buscar un lugar solitario para ella.

Así termina en un altillo soñado, una casa alejada pero en el corazón del Soho, administrada por la señora Collins (último papel interpretado por la hermosa y adorada Diana Rigg de los Vengadores) que se presentará como una viejecita entrañable pero rígida, que le impone condiciones como por ejemplo que no permite la entrada de hombres en esa habitación.

Será un gran lugar para Ellie, pero allí comenzarán sus pesadillas.

Su conexión con el espacio y el tiempo se fundirán en sueños recurrentes, en los que se verá reflejada en una cantante, Sandy (una interpretación a la medida de Anya Taylor Joy) cuya vida tumultuosa, para hacerse un lugar en el mundo de la canción en esos teatros londinenses, incluirán lo peor.

Ese espejo aparente, esa vida que va reconstruyendo a partir de sueños cada vez más vívidos, cada vez más peligrosos, que la harán confundir realidad con lo onírico, configuran el nudo narrativo de esta historia que atrapa y a la vez no termina de redondear una gran historia.

Sandy/Ellie entonces, vivirán una espiral de corrupción, cuando su agente se transforme en un gigoló que solo quiere hacerla trabajar sexualmente, con el pretexto de presentarle a los que harán que triunfe en la canción.

El tema es que todo ese bajo mundo y esa crueldad, quizá no están lo suficientemente desarrolladas en la historia como para que nos metamos en esas sensaciones.

Ellie querrá saber más, irá por más en sus sueños, y también le alterará su vida fuera de los sueños de una manera irreversible.

Si bien el final es interesante, con un giro inesperado y un cierre interesante, hay momentos en los que perdemos el registro, y no entendemos muy bien en qué tipo de película estamos, si es una de terror, si es una película que coquetea con el gore, hay escenas de sangre en la segunda mitad que parecerían no corresponderse con la trama que venimos viendo, y quizá la resolución de la mayoría de los personajes, salvo Ellie, Sandy, la abuela y la Señora Collins, sean del todo definidas.

La pareja protagónica es potente, tanto la Ellie que compone Thomasin McKenzie como la Sandy que hace Anya Taylor Joy, son el sostén de la historia.

Tiene una banda de sonido increíble, que ayuda mucho a situarnos en esos años 60 en los que todo era posible.


Comentarios

Entradas populares