No time to die

No time to die

La vimos en NY, en un cine 4dx, con butacones especiales, pero no necesitábamos tanto, a los pocos minutos advertimos que estábamos en un adiós, en uno de esos momentos bisagra en las historias, y eso no requería de ninguna parafernalia.


6 Butacas



Es la película número 25 de la que es sin dudas la saga más exitosa de la pantalla grande, el personaje eterno, incombustible, que muta, se transforma para adaptarse a los tiempos, pero que mantiene su esencia a pesar de todo.

Y es también una despedida, sabemos de antemano que este Bond, el Bond rubio del tipo poco expresivo pero letal, el seductor raro, el Bond de la era moderna, de lo políticamente correcto debe morir, para volver en otra piel, ya que Daniel Craig anunció que es su última película para la franquicia.

Es decir, debía haber un clima de despedida y también de expectativa para lo que viene, nada fácil (y a la vez de alguna manera corregir temas que quedaron raros en la entrega anterior "Spectre", que no resultó tan redonda).

Estrenada muchos meses después de lo previsto, pandemia de por medio, la película que contabiliza 163 minutos de acción pura, es una película extraña por todas las razones que anteceden este comentario. Hay mucho que tener en cuenta de afuera de la pantalla, y eso debe reflejar pero no interrumpir ni condicionar nada. Tarea nada fácil.

Hay un dato nada menor, antes uno iba a ver una con Moore o con Brosnan, y todo empezaba con cada película, es decir, no hacía falta haber visto la última para entender nada, eran películas con una unidad de sentido, villanos nuevos, todo nuevo, en esta no, es particularmente importante haber visto la película anterior para no perderse en los laberintos y los desafíos de la nueva, algo extraño en la saga, y no se si aporta demasiado. No queremos temas complejos, queremos tiros, romance, acción, playas, y que Bond zafe siempre por un pelito.

La protagonista del romance, esa que le robó el corazón, es una actriz que no podemos descifrar bien, no es bella (como suponemos y queremos que sea quien se lleve el corazón del héroe) pero tampoco es una actriz que conmueva o sea demasiado creíble en su interpretación, nos referimos a Léa Seydoux por supuesto, que está para películas francesas de otro presupuesto. No hay una química entre ellos que justifique esta nueva aparición, salvo, otra vez, porque viene de la anterior película.

Ralph Fiennes compone a un M atribulado, que sabe mucho más de lo que expresa o muestra, Ben Whishaw es otra vez un Q distinto, acorde a estos tiempos y muy a la altura (es un gran actor) y Naomie Harris compone a una Moneypenny mucho menos lanzada que las anteriores, que no deja ver su enamoramiento con Bond y que no es una simple secretaria como solía ser, tiene un rol más activo y más involucrado con la oficina de M, algo muy acorde a estos tiempos de corrección política, pero absolutamente innecesario.

Si es muy pero muy interesante el refresco que le da a la historia, a la pantalla y a la acción, la corta aparición de la bellísima Anna de Armas, que en sus pocos minutos de participación, como agente aliada en Cuba, pone todo patas para arriba y le da una frescura y encanto propios de lo mejor de la historia de 007.

Hay una inexplicable (a menos que nos quieran decir algo) aparición de una 00 mujer, que además usurpa por permiso de M el 007, se llama Naomi en la ficción y es una correcta Lashana Lynch, que por supuesto es actriz negra.

Los malos, que suelen ser un punto muy alto de estas películas, no están a la altura. Está Christoph Waltz, que siempre está bien, pero se repite y su aparición es muy corta, y está Rami Malek, que seguramente fue elegido por su rotundo éxito interpretando a Freddy Mercury, pero que dos años largos después de ese suceso y esos premios, no impactan lo mismo en la pantalla.

La sensación es que la participación de Craig podría haber terminado dos películas antes, Casino Royale o Skyfall, y que estas últimas dos, con sus intentos de ser políticamente correctas, amplias, inclusivas, edulcoran o hacen apartar demasiado al personaje y sus circunstancias de su historia y su personalidad.

Por lo demás, lo bueno es el impacto visual exquisito que tiene la película y las coreografías de acción, que menos mal que no han cambiado.



Comentarios

Entradas populares