The King's man

The King's man

Una franquicia que empuja para ser popular, que invierte mucho en producción y casting, pero que no tiene el alma necesaria.

5 Butacas

Porque intenta abordar cuestiones importantes, en este caso la primera guerra mundial y sus consecuencias, cuando solo le pedimos tiros, líos y cosa golda.

Ya hubo dos en la saga, y ahora los productores nos llevan al origen de todo, cuando un noble que se dedica a la filantropía y se define como pacifista, pierde a su esposa en un tiroteo llevando elementos para asistir a las tropas británicas en África.

Este noble, un personaje que Ralph Fiennes saca de taquito, criará a su hijo que ya convertido en hombre, se quiere alistar para ir al frente en la primera guerra mundial.

Bueno, no hay mucho más para contar, salvo que hay una sociedad secreta de malos muy malos, que reclutan a nivel internacional, y que comparten nada menos que Rasputín, Mata Hari, Lenin...

Todos ellos sentados en una misma mesa tratando de que el mundo estalle, dirigidos por un personaje que sale de espaldas y es más malo que el profesor Neurus.

Así la película, mientras desarrolla escenas de acción y de despliegue coreográfico, nos dará lecciones de historia (con el sutil agregado de esos personajes que están confabulados juntos) y de moral.

Innecesario.

Solo queremos divertirnos, para qué tanta elaboración?

Fiennes salva las cosas, algunas cuestiones mal construidas se enmiendan con su presencia en pantalla, componiendo a una especie de antepasado de James Bond, con esa elegancia y capacidad.

Es bajo su influencia que se crea la agencia, quizá como para contrarestar la de los malos, de buenos a toda prueba, que no dependen de gobiernos ni de privados y que busca hacer el bien a través de un espionaje muy selectivo como efectivo.

Una de las perlas de la película es que dos de los sirvientes de la casa del personaje de Fiennes, son laderos suyo en el espionaje, ya que como mayordomo y como institutriz, arman una red de sirvientes de las más importantes familias y gobiernos europeos y de Estados Unidos, con capacidad para escuchar (son invisibles) y transmitir esas informaciones casi en tiempo real. Un hallazgo poco explotado en la trama.

El problema que tiene la película son los baches narrativos, hay escenas que sueltas funcionan (la pelea con Rasputín por ejemplo) a la que siguen escenas sin sentido aparente.

En definitiva, es una franquicia que pretende seguir, pero que es mucho más efectiva cuando solo busca entretener.