El presidente
El presidente
Después de la exitosa y jugada primera temporada, en la que se parodiaba el esquema de corrupción del fútbol sudamericano, le llega el turno a la vida de Joao Havelange, el que inventó este colosal negocio.
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No es una biopic, pero es como si lo fuera, porque el centro del relato, el astro rey de esta historia es Jean-Marie Faustin Goedefroid de Havelange, más conocido por todos como Joao, que es ese dirigente del fúbol mundial que estaba siempre con cara de culo y se notaba más capo que varios presidentes de países.
Armando Bo vuelve a ser el show runner y director de esta serie, que en tono de comedia desarrolla con acidez y datos, el ascenso del sudamericano a la cima del poder del fútbol desde Brasil.
La serie arranca en los '70, cuando Brasil gana el campeonato del mundo y JH empieza a pedir un lugar para sudamérica en ese board antiguo y europeo. Por supuesto nadie le quiere hacer lugar a esos impresentables.
La FIFA era una entidad menor, una especie de "club de pescadores" de una ciudad pequeña, dirigido por europeos y sin ver nada más allá de esas fronteras.
Pero JH quería otra cosa, sabía que eso podía modificarse, solo había que esperar el momento.
Lo va alograr (en la serie se muestra cómo consigue el voto crucial de los países africanos, hay que tener en cuenta que era un empresario de armas) y a partir de ese reinado cambiará todo, hará que la FIFA se convierta en la sensacional máquina de hacer dinero que es hoy y revolucionará el mundo del marketing y las marcas.
Es interesante cómo está estructurada la serie, además de ser técnicamente muy buena, porque vuelve a utilizar a un personaje de la primera temporada, el versátil actor Andrés Parra que compuso al personaje central Sergio Jadue el "arrepentido" chileno que desbarata el negocio de la Conmebol.
La narración lo vuelve a ubicar en la historia, pero como un narrador presente, una especie de fantasma ya que nadie puede verlo, que va a ser clave en la explicación y la contextualización de todo lo que se va contando.
Hay un costado que tiene que ver con la vida personal de JH, su familia, sus negocios aún después de ponerse en la cima del fútbol, los acuerdos que le permitieron eternizarse en el trono, la organización de los mundiales (es muy interesante cómo desarrollan su primer mundial, que fue el del 78, y los personajes que emergen de esa organización, ficticios pero muy cercanos a los reales).
La historia entonces se arma de datos reales, de datos forzados, de saltos temporales y necesita de un narrador que nos vaya contextualizando las cosas, pero funciona bien, es entretenida y de alguna manera pinta en trazos gruesos la personalidad de ese señor, que vivió 100 años.
Controvertido, despiadado, amicioso, visionario, cruel, insensible, deportista de joven, de infancia compleja y poderoso como pocos, un perfil bien trazado desde la ficción y con un buen actor interpretándolo.
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