La caída

La cáida

Durísima historia ambientada en el mundo del deporte de elite, olímpico, vidas marcadas para siempre por los valores deportivos, la despiadada carrera de los mejores y los abusos.

8 Butacas

Esta película de Lucía Puenzo filmada en México es cruda y muy difícil.

Mariel, el personaje que encarna Karen Souza, es una clavadista de elite del equipo olímpico mexicano, y está en el final de su carrera.

Tiene la edad de la mejor madurez, ha dedicado su vida a ese deporte, y tiene quizá la última oportunidad para lograr sus sueño de gloria, su medalla dorada tan soñada.

La historia se centra en los sacrificios, en la vida familiar, en la conflictiva vida íntima de Mariel, cuya única razón de vivir ha sido la pileta y el trampolín.

Souza es una actriz muy bella, pero a la vez flaca y frágil, lo que le da al personaje una debilidad, una endeblez justa para mostrar la soledad y los costados menos glamorosos de los deportistas con esa exigencia.

Puenzo es una narradora íntima, que puede lograr esos equilibrios que hacen que estemos pendientes de la historia pero a la vez hacer foco en la intimidad del personaje central.

En la historia al comienzo pasa poco, la vemos a Mariel concentrada en lo que viene, la vemos ansiosa, trabajando demasiado duro, con sus problemas físicos a cuestas, su soledad que solo interrumpe para tener sexo con cualquiera ya que no puede tener ni sostener relaciones, la presión de su familia y de su entorno y su propia autoexigencia.

Pero a medida que avanza el relato, descubrimos a su entrenador, un tipo que la conoce y conduce desde que es chica y al que ve como a un hermano mayor o como un padre, en definitiva es el que la guió y acompañó en su carrera.

Pero una denuncia de la madre de una joven promesa, que será su compañera de equipo para la olimpíada, acerca de conductas impropias del entrenador, hace que todo su mundo se ponga patas para arriba.

Defenderlo, o denunciarlo, cavar hondo en su propia historia para encontrar esos mismos excesos en su propia vida, ir al fondo de esas historias que vivió en carne propia.

Desde ahí la película cambia, muta, gira y se convierte en otra cosa, en una historia desesperada y cruel en un ambiente muy machista y complejo como es el mexicano.

Muy buena, tranquila, reposada pero profunda y compleja.