Tower Heist


Tower Heist

El director, Brett Ratner, me había hecho terminar de redondear mis pensamientos alrededor del incondicional gusto por la nueva comedia americana con Horrible Bosses, una maravilla del nuevo o renovado género. Con esta película, demuestra además que puede también hacer una comedia industrial, masiva, y con todos los ingredientes.

Por momentos espejo de Ocean 11, en la que un grupo de osados va a dar un golpe maestro y millonario (comparten a Casey Affleck en el cast) la primera parte de la película (quizá mucho tiempo) nos vamos a entretener viendo, para entender después, porque este grupo de gente pacífica, laboriosa, sumisa y aplicada, van a ser capaces de planear y ejecutar un golpe maestro.

Lo harán en n contexto de gran actualidad en los Estados Unidos, esos grandes millonarios que todo lo transformaban en oro (ya critiqué en este blog una sensacional película sobre uno de estos pillos protagonizada por Kevin Spacey) que por obra y gracia de sus trampas y codicia, serán despreciados por todos.

La moraleja siempre presente en las películas americanas es que también allí, esta gente paga.

Un magnate de las finanzas muy bien interpretado por el bueno de Alan Alda (muy parecido en rasgos al famoso Maddock) y un grupo de ex empleados de la torre más lujosa y segura de Manhattan dispuestos a recuperar lo que alguna vez le dieron para administrar, nada menos que sus ahorros, sus pensiones, sus futuros.

Habrá algo de gusto a venganza popular, algo de justicia por mano propia, y mucho ritmo de comedia en la que todo encaja, pero a diferencia de las maravillas de la nueva comedia bizarra, esta vez será a la medida de Hollywood, de los grandes estudios, y de los productos que se destinan a grandes audiencias.

Ben Stiller y Eddie Murphy (también productor) son dos sellos garantizados de un tipo de cine que fluye y es honesto y fiel a sí mismo (Stiller ha hecho intentos muy interesantes para salirse de esos cánones) y el resto del elenco tiene una solidez a prueba de riesgos innecesarios.

La siempre hermosa y buena comediante Tea Leone y Matthew Broderick completan un pool de caras conocidas, buenos para los suyo, correctos, otra vez, a la manera de un Oceans 11 o 12 o 13 que no se toma en serio.

Aquí también habrá disparos pero nadie muere, habrá romance pero no concretado y habrá un malo muy malo al que todos vamos a querer despellejar por lo que hizo con los ahorros de todos.

Tiene buen guión, pocos gags, pero bien seguido el guión y las interpretaciones y guarda algunas sorpresas para el final.

Buena comedia para estos días de carnavales imprevistos y fines de semana nublados. Quiero decir, para los que no nos gusta demasiado el corso…

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