Animal
Animal
La desesperación de un hombre bueno ante una muerte segura, lenta, en la cual el sistema de salud, los consuelos de los amigos, la lenta pasividad del entorno, van conformando un volcán a punto de explotar.
6 Butacas
Armando Bo me deslumbró con "Es último Elvis", su ópera prima. Porque construyó una historia a partir de retazos de canciones, momentos íntimos y mundos bizarros. Y además, cosa que se valora, contó una historia con principio, nudo y final.
Todo desarrollado en un entorno de ternura y vínculos amorosos.
Su secreto es elegir una historia, no importa lo poderosa, y basarse en interpretaciones para contarla, el resto, ritmo, escenografía, destrezas de su cámara (que es muy hábil, se comprueba en esos primeros minutos de la película con esa cámara metida en la intimidad de la familia cuando se despierta) es cosa al parecer simple.
Un tipo de clase media, marplatense, con una vida tranquila y dentro de los cánones de su tiempo, tiene enfermos sus riñones, y como tantos otros pacientes en nuestro País, está en lista de espera para recibir un transplante.
Mientras su vida normal se va tansformando, producto del deterioro de su salud, su cabeza no para de pensar en algo básico, brutal, complejo e irrepetible: "soy un tipo bueno, no hago mal a nadie, tengo ahorros para comprar lo que quiera, y no puedo comprarme un futuro sin dolor y sin muerte..."
Lo mejor de la película está en esta transformación del personaje central, un Guillermo Francella cada vez más actor y más comprometido, mostrando un costado de desesperanza, de violencia y desesperación muy comprometidos.
La imagen es opresiva, los personajes que se irán cruzando en la vida del protagonista son oscuros, cambiantes, inestables, lo que hará más difícil el calvario.
Mantiene la tensión de no saber qué pasará con su idea para solucionar su historia, qué pasará con su familia, con sus amigos, cuántas cosas se alterarán para tomar un atajo que le devuelva la salud.
Está bien Animal, no es poderosa en términos narrativos, no debería haber apelado a una campaña publicitaria tan agresiva, hubiera sido mejor ir descubriendo al personaje antes que tener tanta data previa, pero son decisiones de producción.
Francella está para papeles de esa envergadura, pero tiene que ser dirigido así como en Animal, con criterio estético y de aporte a la historia.
La desesperación de un hombre bueno ante una muerte segura, lenta, en la cual el sistema de salud, los consuelos de los amigos, la lenta pasividad del entorno, van conformando un volcán a punto de explotar.
6 Butacas
Armando Bo me deslumbró con "Es último Elvis", su ópera prima. Porque construyó una historia a partir de retazos de canciones, momentos íntimos y mundos bizarros. Y además, cosa que se valora, contó una historia con principio, nudo y final.
Todo desarrollado en un entorno de ternura y vínculos amorosos.
Su secreto es elegir una historia, no importa lo poderosa, y basarse en interpretaciones para contarla, el resto, ritmo, escenografía, destrezas de su cámara (que es muy hábil, se comprueba en esos primeros minutos de la película con esa cámara metida en la intimidad de la familia cuando se despierta) es cosa al parecer simple.
Un tipo de clase media, marplatense, con una vida tranquila y dentro de los cánones de su tiempo, tiene enfermos sus riñones, y como tantos otros pacientes en nuestro País, está en lista de espera para recibir un transplante.
Mientras su vida normal se va tansformando, producto del deterioro de su salud, su cabeza no para de pensar en algo básico, brutal, complejo e irrepetible: "soy un tipo bueno, no hago mal a nadie, tengo ahorros para comprar lo que quiera, y no puedo comprarme un futuro sin dolor y sin muerte..."
Lo mejor de la película está en esta transformación del personaje central, un Guillermo Francella cada vez más actor y más comprometido, mostrando un costado de desesperanza, de violencia y desesperación muy comprometidos.
La imagen es opresiva, los personajes que se irán cruzando en la vida del protagonista son oscuros, cambiantes, inestables, lo que hará más difícil el calvario.
Mantiene la tensión de no saber qué pasará con su idea para solucionar su historia, qué pasará con su familia, con sus amigos, cuántas cosas se alterarán para tomar un atajo que le devuelva la salud.
Está bien Animal, no es poderosa en términos narrativos, no debería haber apelado a una campaña publicitaria tan agresiva, hubiera sido mejor ir descubriendo al personaje antes que tener tanta data previa, pero son decisiones de producción.
Francella está para papeles de esa envergadura, pero tiene que ser dirigido así como en Animal, con criterio estético y de aporte a la historia.
Comentarios
Publicar un comentario